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javierdelgado

EL TRAJETERO ELECTRÓNICO: ACTUALIZACIÓN DE UN CLÁSICO RECURSO DIDÁCTICO PARA EL AJEDREZ. SU AUTOR, MANUEL LÓPEZ MICHELONE, LO BRINDA GRATISMENTE A QUIEN LO PIDA

EL TRAJETERO ELECTRÓNICO: ACTUALIZACIÓN DE UN CLÁSICO RECURSO DIDÁCTICO PARA EL AJEDREZ. SU AUTOR, MANUEL LÓPEZ MICHELONE, LO BRINDA GRATISMENTE A QUIEN LO PIDA

 Blancas juegan...

Tarjetero ajedrecístico
manuel lópez michelone

México, D.F., 23 de abril (apro).- Al leer un artículo del MI Raúl Ocampo sobre la informática aplicada al ajedrez, se dice lo siguiente: "Uno de los métodos de estudio más preconizados por la escuela soviética de ajedrez era el uso de 'tarjeteros'. La idea es poner en una tarjeta una porción de conocimiento, como puede ser una posición básica (de las míticas 300 posiciones), una posición fundamental de una variante o sistema de apertura, o de alguna posición con una idea especial.

Al tenerlas en tarjetas, el jugador puede prepararse revisando una y otra vez las diferentes tarjetas del tarjetero, como una manera de aprenderlas al dedillo, literalmente, de la misma manera que un tarjetero con temas de cualquier disciplina académica. Un método recomendado por pedagogos de cualquier área.

Dice: “En los años anteriores a la informática, como fueron la gran mayoría de los de la existencia de la URSS, los entrenadores soviéticos laboriosamente elaboraban para sus pupilos estos tarjeteros. Utilizaban unos sellos para imprimir diagramas y piezas para poner una posición en una tarjeta, y ya sea a mano, como con máquina de escribir, se hacían las anotaciones correspondientes”.

Ejemplos de esta manera de trabajar nos lo relata la GM Kira Zvorkyna, al comentar el apoyo que, como entrenador, le dio en los años 1950, el GM Piotr Arsenievich Romanovsky; uno de los mejores entrenadores soviéticos, en un artículo publicado por la revista rusa 64 en su número 7 de 2003.

El más afamado entrenador ruso, el MI Mark Dvoretsky, en artículos menciona su famoso tarjetero con su colección de posiciones interesantes. El uso de tarjeteros o cuadernos para recolectar posiciones y variantes era un estándar entre los entrenadores del siglo XX.

Personalmente, de 1980 a 1990 escribí artículos al respecto, recomendando el uso de las famosas “libretas de tres argollas”, que es común utilizar en las escuelas. La idea es poder intercalar hojas cuando es necesario.

El GM Aaron Nimzovich, en su libro Cómo llegue a ser Gran Maestro escrito en 1920, cuenta que mandó a un encuadernador insertar una hoja en blanco entre cada hoja impresa de un libro sobre un torneo de maestros para poner sus propios comentarios a cada partida. Pero el caso del tarjetero es para facilitar el repasar una y otra vez las mismas posiciones, como revisando un paquete de naipes, incluso para alterar el orden a placer. Repetición una y otra vez era el lema de los entrenadores soviéticos, hasta aprender esas posiciones básicas y las ideas contenidas, perfectamente. Memorizarlas o, incluso, vivirlas, sentirlas, para luego aplicar esas ideas y esquemas en posiciones similares, pero nuevas. Pasar de la noción, caso aislado, a un concepto, agrupación de casos que están unidos por un patrón, para luego pasar de nuevo al caso concreto. De lo particular a lo general y luego, de nuevo, a lo particular. De la noción al razonamiento conceptual y, luego, a la aplicación a una situación específica y única.

A partir esta idea, llegué a la conclusión que no hay software en el mercado especializado que haga precisamente esto; es decir, que permita a los ajedrecistas hacer estos famosos tarjeteros. Más de uno podrá decir que realmente ya no es necesario, pues con Chessbase, por ejemplo, se pueden tener este tipo de "tarjetas" electrónicas. En alguna medida es cierto, aunque es claro que lo que hace el software alemán no es estrictamente esto. Así, ¿por qué no tener un software especializado para hacer este tipo de tarjetas ajedrecísticas?, como menciona Ocampo en su artículo.

Dada entonces esta motivación, me di a la tarea de escribir mi propia versión del tarjetero ajedrecístico. Me llevó todo el sistema unos cinco días, pues hubo que definir la base de datos; es decir, cuál es la información mínima que el sistema debe manejar. El programa debería no sólo poner texto, sino además incluir un diagrama en cada tarjeta. Igualmente, debería poder imprimir las tarjetas y, desde luego, hacer búsquedas sobre los temas definidos en las mismas. De esta manera tendríamos esta vieja herramienta modernizada en las computadoras de hoy.

Poco a poco el software fue tomando forma y, en el momento de escribir este artículo, ya tengo una versión beta, la cual denomine ChessCards. Y sí, ya sé, ¿por qué en inglés?, porque probablemente entre como parte de un sitio de ajedrez que hay en el Reino Unido, y en el cual estoy colaborando. Cabe recordar que esta versión --aunque funcional-- podría tener algunos problemillas. En el mientras, a quien se le antoje probar mi software, escríbame y se lo mandaré en forma gratuita (morsa@la-morsa.com).

1 comentario

ADOLFO TAPIA GALLARDO -

quisiera que me facilites el email de manuel loopez michelone para solicitarle me obsequie su tarjetero
felicitaciones por la pagina
tengo juegos de ajedrez torneado pero tienen la particularidad de poseer el caballo con dos piezas coladas torneadas y no talladas como los tradicionales
para quienes se interesen el precio es de 10 dolares sin portes
gracias
hasta pronto
GENS UNA SUMUS