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javierdelgado

INTERNET, EL REINO DE LA REPETICÓN. ¿VIVIR DOS, TRES VECES LO MISMO? EL AGOBIO DEL SALÓN DE INFINITOS ESPEJOS.

INTERNET, EL REINO DE LA REPETICÓN. ¿VIVIR DOS, TRES VECES LO MISMO? EL AGOBIO DEL  SALÓN DE INFINITOS ESPEJOS.

 La repetición es la forma preferida de presentarse la mercancía.

Debe de ser por la faringitis, los antibióticos, todo ese cansancio de las infecciones y las guerras interiores del organismo.

Debe de ser por eso. Pero el caso es que ahora que estoy malo, ahora que me asomo al bicho de Internet sólo un ratico al día porque la cabeza no me da para más, me va creciendo una sensación entre intelectual y moral y física muy mala, una sensación muy mala.

No es certeza pero sí sensación en el sentido de algo que percibes no sabes por qué vía ni tampoco su certeza como pensamiento.

Tengo la sensación de que con esto de Internet, más que nada los blogs y los chats y los foros, está sucediendo algo no del todo deseable. Sobre todo los blogs y similares,  porque las ediciones digitales de publicaciones periódicas, o las tiendas, o las vías de conexión a juegos on line son otra cosa y aportan otra cosas...

La sensación que me agobia es la de que día a día vamos asumiendo cada vez más necesidades y obligaciones, sobre todo necesidades, de conectar con esto y con aquello, de escribir aquí o allá, de opinar o informar... en más y más sitios de Internet. Sucede que nos obligamos a vivir dos veces, a pensar sobre los mismos asuntos tres o cuatro veces, a opinar sobree los mismos asuntos tres o cuatro veces.

Una salida más abierta a la red: más idiomas, más países (es fácil), más universo vital ante los ojos nos ofrece una amplición de la vida, un alargamiento de nuestro ser hasta zonas a las que nunca llegaríamos sin Internet, conexiones y sugerencias novedosas que inciden en nuestro vivir cotidiano.

Pero la sensación que tengo por lo que leo, por lo que a mí mismo me leo, es que entramos a la Red para confirmar que ahí también está nuestro  mundo cercano, nuestras amistades y enemistades, nuestras neuras de cabotaje, nuestros problemas en los tres o cuatro puertos a los que arribamos siempre y en los que nos hemos acostumbrado a repostar noticias, novedades, sugerencias. Que son ecos de lo que ya conocemos, confirmación y subrayado de lo que ya sabemos.

Un uso de la Red y de sus recursos para satisfacción de la repetición es un uso inmediato y, sólo paradógicamente,  empobrecedor: mirar las mismas fotos, las mismas noticias, los mismos comentarios, las mismas insinuaciones, las mismas propuestas, etc., que ya esperamos encontrar allí donde abrimos la pantalla (¿por el gusto e ver lo que sabemos que veremos?).

Recuerdo a Brecht y sus elaboraciones sobre el "arte culinario" y sobre la necesidad burguesa de reconocer "la marca", la búsqueda de la repetición como ansia de reafirmación como público "avezado", etc.

¿Qué público, qué actitudes, qué cabezas...se están construyendo en la Red?

Cada vez que entro en un foro de debate (en español, inglés, francés o italiano: la cosa no se reduce a nuestra lengua) me sucede lo mismo: nada más proponer una idea concreta sobre algo el resto de l@s participantes callan o establecen entre sí la misma conversación que llevaban antes, en la que domina el intercambio de noticias menudas, familiares, de pandilla. ¡Hasta en los foros de los sitios de juego como el Ajedrez la gente habla de lo mismo siempre! ¡¡No hablan de Ajedrez en el sitio de Ajedrez ni de política internacional en los sitios de política internacional, ni de pintura barroca en los sitios de pintura barroca!!

La gente habla de lo mismo siempre, sea donde sea que abre la pantalla y participe. ¿Participe? ¿A eso se le llama partcipar? Repiten y repiten una y otra vez los mismos mensajes y esperan recibir los mismos mensajes. Su gusto es el de la espera de la repetición: constatar que una vez más se le da a unas teclas y se recibe más de lo mismo. ¡Todo est´´a en orden!

Si esto de Internet va a ser más de lo mismo pero en una pantalla, si vamos a vivir tres, cuatro, cinco veces lo mismo cuando vamos de blog en blog o de foro en foro o de lo que sea en lo que sea, ¡qué aburrimiento mortal!, ¡qué pérdida de tiempo!

Ya dije que estoy malo. Que la infección de garganta es un fracaso para la cabeza y etcétera. Es posible que hoy vea la negrura más negra en la pantalla y sean mis ojos.

Pero hagan ustedes la prueba: vayan aquí y allá, y acullá, allende los mares y al cercano terruño: ¿No les suena todo a lo mismo? Toda la red ha ido tomando las características de la publicidad porno, de las páginas porno y de los anuncios porno: lo mismo de lo mismo en cualquier sitio, lo esperable, lo que ya sabemos cómo és.

Internet refleja la realidad del mundo, eso ya lo sabíamos. ¡¡¡Pero que toda la Red sea un dispositivo de espejos reflejando millones de veces las mismas pocas cosas!!!

Hagan la prueba: ¿De cuántsas cosas nuevas, realmente nuevas, tienen noticia por medio de Internet? ¿Cuántas han visto repetidas a lo largo del día?

Sucede como en las búsquedas de Google: pasada la primera página, o como mucho la segunda, te comienza a corromper la sangre un asco repetitivo porque cada entrada parece la otra entrada que se parece a la otra entrada... y la mayoría de las entradas te llevan a los mismos sitios, que son los únicos a los que en definitiva se puede ir. Y esos sitios (de ajedrez chino, de botánica, de historia de los descubrimientos, de recetas de cocina, da igual) esos sitios se renuevan de tanto en tanto, son grandes escaparates que tardan mucho en sacudirse la novedad de hace un mes (si hay suerte) y siguen ofreciendo lo mismo de lo mismo para los mismos.

La faringitis es un estado de infección que afecta claramente a la percepción del mundo, incluído el mundo de internet. Así que no me hagan mucho caso. Pero prueben a ver...

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