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javierdelgado

CON PABLO L. RODRÍGUEZ Y SUSANA FLORES: LA MÚSICA O LA VIDA

CON PABLO L. RODRÍGUEZ Y SUSANA FLORES: LA MÚSICA O LA VIDA

CON PABLO L. RODRÍGUEZ Y SUSANA FLORES: LA MÚSICA O LA VIDA

 

Esta mañana hemos estado Ana y yo en Librería Pórtico, ese mundo dentro del mundo en el que personas educadas, cultas y amables te reciben con una sonrisa y te dejan a tus anchas buscar libros en las interminables estanterías (que, de todas formas, ay, siempre se terminan). Ana ha encontrado un libro ya prácticamente inencontrable de antropología feminista, “El cáliz y la espada”, y yo uno relativamente reciente de Guy Dicourthial: “Flore magique et astrologique de l’Antiquité” (Belin, 2003).

 

 Así que ambos estábamos ya muy contentos cuando han entrado en Pórtico una pareja maravillosa: Pablo L. Rodríguez y Susana Flores, profesores de música de la Universidad de La Rioja. Susana, entre otras cosas más, dirige el coro de estudiantes del Instituto Miguel Servet, en el que canta nuestra hija Celia, y Pablo, también entre otras muchas cosas, es crítico musical de varias revistas e imparte en la Cai de Zaragoza cursos de iniciación a la ópera.

 

Les conocí cuando eran ambos unos jovencitos estudiosos y animosos y venían a la Biblioiteca de la Facultad de Filosofía y Letras, cuyos fondos de Musicología (obra magnífica del profesor Hansi Carreras Lopez) consultaban muy frecuentemente. A los uno y otra les he visto crecer y hacerse más sabios y mejores (aún) personas, felices uno con otra y viceversa, y cada cual con sus trabajos y sus días. Ahora son ciudadan@s de plana y fértil ciudadanía de Zaragoza pero on por eso dejan de viajar allí donde haya buena música. Son, en espíritu, métodos e instrumentos intelectuales, personas absolutamente contemporáneas, "internacionales". Pero no van por ahí mostrando ninguna "superioridad"  cosmopolita. Sencillamente, viven su cosmopolitismo con la misma naturalidad con la que comenzaron a utilizar la informática.

 

Encontrarte con Pablo y Susana, juntos o por separado es una bendición: con ellos, una conversación sobre música es apasionante como natural y tan instructiva como amistosa. Hemos aprendido mucho Ana y yo en nuestras conversaciones con estos dos jóvenes profesores, que unen a una gran erudición y a una entrega profesional no muy común una forma de ser sencillamente cautivadora.

 

Si acudes a un concierto y puedes intercambiar dos palabras con Pablo ya tienes una base firme sobre la que construir una escucha: siempre sus datos y propuestas van a lo fundamental de la obra o de las características de los músicos, etc. Con Susana te das cuenta de la infinitas posibilidades que la formación musical tiene si está en manos de una persona con sólida formación y con dedicación entusiasta.

 

He aprovechado para contrastar con Pablo mis opiniones sobre los conocimientos musicales de Thomas Mann y me ha confirmado mis peores sospechas. De paso, me ha animado a buscar el DVD de la ópera de Benjamin  Britten “Muerte en Venecia” (libreto de Myfanwy Piper sobre textos de Thomas Mann), a su juicio maravillosa, lo que pienso hacer inmediatamente. (Aunque ya sé que Zaragoza no es ciudad con acceso fácil a la música clásica: nunca lo fue y aunque ahora parezca estar dotada de comercios capaces lo cierto es que su estantes apenas muestran una variedad a la altura de las necesidades de la demanda contemporánea. También puede ocurrir que la demanda musical de la ciudadanía zaragozana no crezca ni se diversifique desde hace años y que sea suficiente ofrecer repeticiones tras repeticiones de las mismas obras, los mismos intérpretes, las mismas colecciones…).

 

Si es posible, nos matricularemos en uno de los cursos que da Pablo en la Cai sobre la ópera. Escucharle con regularidad será un lujo. Y desde luego, Celia seguirá cantando en su coro bajo la batuta de Susana durante todos los años que ella siga al frente de una iniciativa artística y pedagógica tan importante.

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