Blogia
javierdelgado

HOJAS CAÍDAS. CADUCAS PROTESTAS OTOÑALES

HOJAS CAÍDAS

 (Artículo publicado en heraldo de Aragón el jueves 4 de noviembre de 2010)

Sopla ya el cierzo su noticia cierta de que otoño va de veras y caen las primeras hojas, muchas hojas, cantidades innumerables de hojas…caducas (incluso algunas de las llamadas perennes). Es decir: por estas fechas, como siempre. Escuchamos (aparte del rumor de nuestros pasos entre la abatida infantería de las hojas más vencidas ya en la ciudad – las de los plátanos) repetitivos comentarios caducos; es decir, de esta época: que todas esas hojas son una molestia, que las barren muy poco, muy tarde, muy mal. Malas hojas. Mala ciudad. Mal alcalde (también en otoño), que no nos deshoja inmediatamente las hojas de los cada vez más deshojados árboles urbanos. Su particular expohojas. Poder municipal de (no) deshojar las calles de hojas secas (amiguismo de hoja por  hoja, presumible delito). Y la ciudad, de nuevo (siempre por estas fechas) en hojas punta: un desastre. Avalanchas ilegales de hojas en tal y/o cual esquina (discriminación manifiesta). Ya ni se puede aparcar, de hojas que ocultan bordillos de aceras, aceradas todavía esas hojas antes de pudrirse (¿se pudrirán ahí mismo, ante nuestros ojos?). Y sin embargo, el manto multicolor de las hojas: pardas, verdes, amarillentas, amarillas, violáceas, rojizas…hojas de luces y hojas de sombras, la gran maravilla urbana de las hojas caducas. (Las perennes, con su otra maravilla, no reclaman informes, no cuestan tanto. Las perennes, labordetean durante todo el año, como si no murieran).  El manto de las hojas ciudadanas. Don otoñal. Caducidad y luz. Colores. ¿No es un regalo? ¿No lo disfrutamos? Como todos los otoños, las más bellas hojas volando hacia la muerte cuando el cierzo las abate. (Y el olor agridulce de todo lo que acaba para más adelante - ¿lo veremos? ahí la molestia, la inquietud de veras - regenerarse).

1 comentario

Luis Moreno -

La verdad es que sólo los barrenderos debieran quejarse de las hojas en Otoño... y eso que gracias a ellas siguen justificando su trabajo!
Un fuerte abrazo desde esos montones de hojas, que han captado un montón de CO2 acumulándolo en toda la estructura del árbol, aunque el Alcalde no lo sepa.