BUENA SUERTE EN CHINO. LA CALIGRAFÍA Y LA AMISTAD. JORGE CORTÉS, GRAN NOVELISTA QUE MERECE MUCHA MÁS ATENCIÓN. EL PÚBLICO LECTOR NO DEBERÍA TENER EN CUENTA EL SILENCIO DE LA CRÍTICA.
Podríamos aprender ya a hablar en chino. El siglo XXI lo va a hacer necesario. Pero sobre todo podemos aprender a estimarnos y a hacernos saber nustra mutua estima. Por eso estoy muy agradecido al escritor Jorge Cortés. "xie xie", gracias.
He recibido un precioso regalo de un estupendo escritor: Jorge Cortés, autor de la mejor novela sobre la guerrilla antifascista en Aragón "La savia de la literesa" (Prames, 2005) me ha hecho llegar una tela china con la palabra "Buena suerte" caligrafiada en ella. Al parecer, fue producida, ¿o adquirida? en Dazú, durante la primera semana de julio de este año. Jorge Cortés, en una cariñosa carta adjunta me desea buena suerte y me da un abrazo.
Ya sé que se trata de un asunto privado y que no tendría por qué comentarlo aquí, públicamente. Pero tampoco está prohibido ni es feo asunto. Además, si les cuento mis desventuras depresivas, ¿no les voy a contar mis alegrías? La alegría de la amistad y del aprecio mutuo es una de las más importantes de la vida, y no hay que haber leído a Gracián para saberlo (aunque si se le lee se sabe mejor y además se hace una culturilla).
En chino mandarín "Buena suerte" sonaría más o menos "Hao yùn qi", según mi diccionario, pero seguro que hay otras muchas formas de desearla. Como la hay de dar las gracias. Mis amigas chinas que me enseñan algo de su idioma para que pueda entenderme cuando juego al ajedrez chino (Xiangqi) me enseñaron a decir gracias así: "xie xie".
XIE XIE, estimado Jorge Cortés. XIE XIE.
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