ENGORDAR POR QUERER SANAR... PASTILLAS Y KILOS. LA PSIQUIATRÍA Y LA BALANZA. MOTIVOS DE DESESPERACIÓN.
Así me veo en unas semanas. ¡Daré miedo a l@s niñ@s! ¿Y cómo entraré en los cines?
Ya me perdonarán si les parece una fruslería, o una coquetería o algo frívolo, tonto, no sé como llamarlo. El caso es que me preocupa y lo voy a poner aquí. Qué más da. ¡Si es un problema evidente!¿Por qué no escribir de ello cuando sucede...ello?
¡He engordado casi cinco kilos en diez días, exactamente desde que comencé a tomar la dichosa pastilla que me tiene de mejor humor. Engordo. Retengo líquidos. ¡Y aún puede ir a más! Yo me lo había notado y estaba asustado de ver mi tripa hincharse como un globo a punto de explotar, mis tobillos ensanchando, mis gemelos tirantes y mis antebrazos y manos también. ¡Horror, terror y furor!, me dije. Así que voy al médico de cabecera (en este caso es una estupenda y cuidadosa y sabia médico de cabecera que la buena suerte ha puesto en mi vida; estoy por poner su nombre pero algo me dice que no debo...).
El caso es que voy a mi médico de cabecera, me peso en la balanza que no miente y ella me advierte que sí, y que puede ir a más... ¡Eso me espanta! ¡Mido 1,59! Sesentaycuatro kilos no he pesado en mi vida, y menos después de un mes subiendo y bajando montes, nadando y sin parar en todo el día. Pues la pastilla. Ahí está. ¿No quieres desesperarte por tu depresión? ¡Pues desespérate por tu engorde!
A mí lo que más me preocupa son las consecuencias (físicasfatiga: como la que ya tengo, problemas circulatorios, el asunto ese de la retención de líquidos: eso no puede ser bueno...). Pero también me preocupa verme así, inflándome por minutos... no es que no sea estético o deje de serlo. ¡Es que me aterra convertirme en una pequeña bola! ¡Uno tiene su aquel y su honrilla y todo eso!
¿O exploto de un ataque depresivo o exploto de un engorde rapidísimo? ¡Esto es como el Ave del engorde! ¡Grandes velocidades siderales por todo el cuerpo! ¡Para nada! Porque no creo que la gordura dé ni la sabiduría ni la bondad ni la felicidad. Tampoco la flacura, ni la media distancia ni tal ni cual, ¡ya lo sé! ¡Pero sanar a un depresivo con pastillas que le engordan a marchas forzadas y eso le pone desesperado! ¡La cosa tiene su aquel!
¡Pues a beber más (aún) té. ¡Y a no beber Cocacola! ¡y a tomar equisetum en pastillitas (porque no voy a molestarme en buscarlo tal cual, que ya estoy harto...)!"
Estas líneas, ya ven, son un desahogo al que no sé si tengo derecho ni izquierdo, pero que necesito. Ustedes ya saben el trato: aquí va de todo: poemas sutiles y alaridos domésticos.
Esta noche, mientras duerma, engordaré más gramos. Silenciosamente, mi cuerpo seguirá deformándose. ¡Porque esto es deformarse, cojones!¿Y así voy a vencer mis deseos de desaparecer? ¡Pero si ahora cada momento aparezco más, soy más visible, ocupo más espacio en el Universo... Todo tiene su lógica: Quería desaparecer y una pastilla, mientras me acalla el deseo me hace más aparente por minutos. ¡Por favor!
y a tomar
9 comentarios
diana -
marina -
Danielll -
maria sarai -
estrella -
LOQUILLA -
deiry -
Sergio Garcia -
saludos y paciencia
todo vuelve a su sitio.
María Pilar -