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javierdelgado

TRABAJOS FORZADOS: LA GUIA DEL JARDÍN BOTÁNICO SE ME APODERA...

TRABAJOS FORZADOS: LA GUIA DEL JARDÍN BOTÁNICO SE ME APODERA...

 Este bonito dibujo copia un Prunus, un ciruelo. Láminas así alegran la vista. La mía está muy cansada. ¿Ha sido sensato asumir esta tarea, tal como estoy? A l@s futur@s lector@s de la Guía del Jardín Botánico les importarán un pito mis dolencias de ahora. Nunca tendrían, leyendo la Guía, que poderlas sospechar...

Llevo corregidas cien páginas de la Guía del Jardín Botánico. También he puesto los pies de fotos correspondientes a las de esas páginas. He rehecho por tercera vez la lista de plantas ubicadas en el jardín. He rehecho por cuarta vez el plano de las ubicaciones. Tengo la penosa impresión de que estos trabajos me están agotando totalmente, mucho más de lo esperable o de lo que deberían, o de lo que yo desearía. No estoy acostumbrado a fatigarme tanto en una tarea como ésta. Imagino que es cosa de las pastillas y de la depresión que va por dentro.

Mi cuerpo se rebela contra estos trabajos que me resultan trabajos forzados, castigo físico e intelectual. Nunca me había sucedido penar tanto por ellos. Siempre son pesados, pero nunca los había sentido como  una losa a punto de aplastarme.

Me quedan otras cien páginas, y no sé cómo me las arreglaré para llegar al final. Ya sé que estas líneas son producto del cansancio de dos tardes de trabajo intensivo. Pero antes passaba cinco horas seguidas en la mesa y no me sentía como ahora, hecho un guiñapo. ¿Es también la edad? Hace unos años que no me enfrento a un libro de este tipo (fotos, índices, planos, etc. Lo último que hice semejante fue el estudio sobre la decoración del coro gótico de la catedral de Tarazona, y ya me costó mis sudores conseguir que saliera suficientemente bien. Fue hace más de un año (ya se publicó en Turia: mi amigo el sabio profesor Jesús Criado hizo todo lo posible por animarme al parto, al que yo me resistía por razones semejantes a las que hoy les comento aquí.

¿Por qué la depresión, o las pastillas que la mitigan, tienen este efecto incapacitador? No estoy acostumbrado a sufrir realizando estas tareas. Incluso he disfrutado mucho en ocasiones realizándolas.

Esta noche rabio. No puedo ni con el pelo. Si cierro los ojos, todo me da vueltas. He consumido una tetera de un litro de té y dos botellines de agua. Estoy empapado, tembloroso, tristón.

Como decidí hacer en este blog una especie de historieta sobre la producción de esta Guía, escribo a toda marcha estas líneas después de copiar el anuncio de la revista Laincineradora, a la que he echado un vistazo en un descanso de la labor.

Ustedes disculpen si les molesto con estas confesiones de un escritor agotado. Tengo la impresión de haberme comprometido a una tarea para  que (¿aún?, ¿ya?) no estoy en condiciones de asumir. Lo pagarán l@s lector@s de la Guía, que sufrirán los fallos que haya dejado pasar o los que no haya sabido resolver. Hace diez años, cuando redacté por primera vez el texto de esta Guía (tengo el recuerdo de unas maravillosas madrugadas de la Semana Santa de 1997 en las que todo iba saliendo con facilidad...), hace diez años... ¡Nadie es la misma persona al cabo de diez años!¡Pero menos que much@s yo ahora, agobiado hasta la exasperación!

Mañana seguiré en ello. Cuando esté el libro en la calle a nadie tendrán por qué importar mis cuitas de ahora, mis problemas personales, mis dificultades o mi enfermedad. Esas personas se merecen un buen libro. Y yo tengo el deber de hacer cuanto pueda porque lo reciban. ¡Lamento tanto no estar en condiciones de asegurar que así será!

Es de noche, tengo hambre. Ya es hora de cenar. No es momento para recapitulaciones porque a esta hora y tal como estoy todo me parece mal. Requetemal.

Cenar, descansar, dormir, pasear, charlar, reir.

Y ponerme a esta mesa unas horas, a ver si avanzo un poco más. Y mejor.

Buenas noches.

2 comentarios

Luisa M. -

Javier, seguro que la Guía del Jardín Botánico queda excelente... ¡con toda esta pasión que reflejan tus preocupaciones! a pesar del "trabajo forzado". Ciertamente una publicación así es dificultosa. Te entiendo. Yo recuerdo un par de ocasiones como esa: una cuando la tesina: numerar y poner los pies de imagen adecuados, y fotos, y... fue un dolor. Otra con un libro sobre retablos del XVI que hicimos con otros compañeros: ¡horroroso!: dibujos, dibujitos, documentos, anexos... en fin. ¡Mucho ánimo!
En cuanto al comentario sobre "las bodas", seguro que tienes razón en que hay más cosas que la dejación de responsabilidades, pero es que sin ésto llega todo lo demás... creo, a pesar de que suene un poco "carca". Claro que seguramente no tienen interés en asumirlas por una serie de razones, que como tú dices son de díficil concreción y que no están sólo en los jóvenes, por cierto.
Un abrazo, y de nuevo... !a por ella...¡ Luisa

Javier -

No, es que la escusa no era de 'excussatio non petita' sino de 'escusa, hermano, la canción de la alegría...'
Ánimo, hombre, que ya verás cómo la guía queda muy bien. ¡Y buen jamón!