EL PASADO Y EL PRESENTE. CÓMO VIVIR EL PASADO SIN PERDER LA PERSPECTIVA DE FUTURO
Pasionaria y Ho Chi Min. Su pasado también es mi pasado...
Voces amigas me aconsejan a dejar de mirar hacia el pasado, a vivir el presente (en el que ya está el pasado en la manera en que esté en él inoculado) y sobre todo no agobiarme con los agobios que no son sólo agobios míos. Me aconsejan que no me ponga en los hombros esa carga cada poco tiempo: no es toda mía y no podré con ella.
Tienen mucha razón. También mi psiquiatra me dice que no me meta en este momento a intentar escribir sobre Vicente Cazcarra; que espere a estar más fuerte...
Tiene mucha rázón.
Intento vivir en el presente sin hurgar en el pasado: sobre todo a la hora de actuar ante los problemas sociales de hoy mismo. Hay que reservar las energías para las nuevas luchas, los nuevos conflictos, las nuevas tácticas del poder.
Si un jugador de Ajedrez dedicara su tiempo, a mitad de partida, a revisar los movimientos que han llevado a la posición que tiene que resolver a ser posible su favor, estaría perdido. Sería un jugador pésimo.
Así que todo el mundo tiene razón: el agua pasada no mueve molino. Pero aún con todo...
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