LA LAGUNA (CANARIAS): REPLANTACIÓN DE OLMOS
http://www.eldia.es/2008-06-08/laguna/laguna3.htm
Parques y Jardines recupera los álamos negros para decorar la plaza del Cristo
D. BARBUZANO, La Laguna
Cuando la plaza del Cristo tenía pavimento de tierra e incluso de loseta en tiempo de la fuente de agua central, el símbolo arbóreo más importante, reflejado en miles de postales de fotógrafos afincados en La Laguna para los turistas, fue el álamo negro, técnicamente conocido por los biólogos como el olmo.
Pero cuando se repavimentó la plaza fueron quitados porque estaban deteriorados por su antigüedad y eran un peligro, ya que, al estar huecos, podían caer sobre los ciudadanos o vehículos y ocasionar una desgracia. Sólo se dejaron dos que aún hoy se conservan y el resto fue sustituido por tilos.
La Unidad de Parques y Jardines del Ayuntamiento de La Laguna, que posee técnicos de gran prestigio y entrega al embellecimiento de los parques laguneros, tuvo la idea de recoger hace tres años semillas del citado árbol y plantarlas en un vivero de una de las empresas que trabaja para el ayuntamiento. En la actualidad aquel paso dio su fruto y se cuenta con varios ejemplares de álamos negros de hasta 3 metros de altura.
La iniciativa le ha parecido muy bien al concejal de Parques y Jardines y Servicios Municipales, Plácido Mejías, quien está dispuesto a que, en un futuro no muy lejano o cuando la plaza sea remodelada definitivamente, se vuelva a contar con unos álamos que incluso dan nombre a una de las calles principales de La Laguna, conocida en la actualidad como Tabares de Cala.
La Unidad de Parques y Jardines explicó a EL DÍA que los álamos se introdujeron en el pasado en Europa y América y pasado el tiempo fueron atacados por un hongo (grafiosis), proveniente de Extremo Oriente a través de los inmigrantes, que portaron el hongo en sus maletas hechas de madera del mencionado árbol.
Mientras en la Península los álamos están desapareciendo, en La Laguna hay una importante reserva biológica de dichos ejemplares, localizados principalmente en la zona de La Vega de Aguere.
María del Carmen Fraga, en su libro sobre las plazas de Tenerife, señala que en una página de "La Ilustración de Canarias", se reproduce un grabado de Marcelino de Oraá en el que aparece el templete que se levanta en el centro de la plaza, "con los álamos negros allí plantados (sus raíces se hundían en la misma tierra que hacía las veces de pavimento de la explanada) como la única ornamentación de la plaza".
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