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javierdelgado

GRAMSCI EN LA CÁRCEL: RECUERDOS DE SU CAMARADA BRUNO TOSIN. TAREAS MIENTRAS LLEGAN MEJORES TIEMPOS…

GRAMSCI EN LA CÁRCEL: RECUERDOS DE SU CAMARADA BRUNO TOSIN. TAREAS MIENTRAS LLEGAN MEJORES TIEMPOS…

 

Me llegó en 1976, justo cuando a pareció publicado: "Con Gramsci. Ricordi di uno della "vecchia guardia", de Bruno Tosin (Roma, Riuniti, septiembre de 1976). (Puede que convenca aclarar que la editorial italiana Riuniti era la editorial  "oficial" del Partido Comunista Itaniano, lo que daba a los textos publicados en ella una significación especial).

Como en 1976 he ido ahora directamente al capítulo V: "A Turi con Gramsci", en el que Tosin relata su encuentro en la cárcel de Turi con Antonio Gramsci en diciembre de 1930.

“Cuando pregunto [a los presos políticos] por su vida común con Gramsci los camaradas resultan menos locuaces: me notifican brevemente su [de Gramsci] desacuerdo con la línea política y la táctica del partido, hablan de un curso de confrerncias interrumpido bruscamente debido al desacuerdo entre camaradas y del inmediato aislamiento de Antonio respecto del colectivo”.

El desacuerdo de Gramsci con la política (emanada de la III Internacional) por la que el Partido Comunista Italiano (y el resto de los partidos comunistas) debería lanzar la consigna de una inmediata  “dictadura del proletariado” frente a la dictadura fascista, una política “maximalista” en su opinión. Como relata Tosin:

 “Según Gramsci, hablar de amplios movimientos de masa, de huelgas y hasta de huelgas generales es ‘maximalismo’ vacuo. Antes de llegar a una situación realmente prerrevolucionaria hay que trabajar largo y duramente entre las masas con palabras simples y comprensibles, por objetivos transitorios: por ejemplo, se puede desde ahora hacer propaganda entre obreros, campesinos y capas medias sobre el problema constitucional, se debe tender a la acción común con todos los grupos antifascistas para abatir la monarquía y el régimen mussoliniano con la consigna de la república. Consideraba no sólo posible sino inevitable una fase intermedia, un periodo de transición más o menos largo con la formación de una Coonstituyente que podría incluso preparar la llegada de ua repúbica soviética de los obreros y campesinos”.

Esa “fase intermedia” era el objetivo de Gramsci en 1930… y sería en 1937 (cuando murió) el objetivo del Partido Comunista Italiano (tras el cambio de aires en la dirección de la III Internacional).

Aquí lo que importa es que en la cárcel, Gramsci, “il capo del partito”, está aislado, incluso físicamente, de sus camaradas de la prisión de Turi, a causa de sus divergencias de opinión (unas divergencias que la dirección del PCI se cuidó muy mucho de no hacer públicas mientras Gramsci estuvo en la cárcel   l– acertadamente: por aquel entonces eso acarreaba un aislamiento total, si no la expulsión, las campañas desprestigiadoras, etc.  -  y sobre las que sólo daría noticia bastantes años después, cuando ya desde la III Internacional se bendecía una perspectiva política como la avanzada por Gramsci). Un Gramsci al que Tosin encuentra “muy cambiado” físicamente, con el pelo rapado, la cara enpequeñecida y surcada de arrugas en la que se ve que le faltan dientes…

 

¡Y aún le quedaban siete años de cárcel (y de vida)! De lo que le esperaba (a él y al pueblo italiano) pareció perfectamente consciente a su camarada Tosin, que cuenta cómo Gramsci pasaba los días aislado en su celda leyendo y tomando notas y que en un momento determinado le explica sobre lo que anda escribiendo en sus cuadernos: “Es un trabajo de gran empeño y alcance, y creo que aquí dentro lo podré llevar bien adelante porque temo que las previsiones del partido de una rápida caida del fascismo tardarán en realizarse”.

 

La “necesidad de expresión” de Antonio Gramsci va a concentrarse en esos cuadernos, una vez que la comunicación directa con sus camaradas  (que tanto le gustaba y en la que encontraba tanta inspiración intelectual y vital) parece imposible en aquellas circunstancias. Una “neccesidad de expresión” que iría forjando una forma de escritura muy personal (muy “cerebral”, en su propias palabras) y que pronto buscaría otra vía de avance en la escritura de sus cartas a su mujer y a su cuñada.

 

De esas cartas hablaremos  dentro de algún rato.

 

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