HERMANO SOLZHENITSIN

HERMANO SOLZHENITSIN

 Artículo publicado en "Artes & Letras" de Heraldo de Aragón el jueves 6 de noviembre de 2008

Alexander Solzhenitsin (1918 – 2008) reveló al mundo la realidad de los campos de concentración de la URSS en obras como ‘Un día en la vida de Iván Denisovich’ (1962), ‘El primer círculo’ (1968) y ‘Archipiélago Gulag’ (1973), un análisis del sistema de prisiones soviético, la policía secreta y el terrorismo de Estado, por cuya publicación se vio privado de la ciudadanía rusa. En 1970 le habían concedido el Premio Nobel de Literatura. Leí sus obras en los años setenta, conforme iban siendo publicadas en español, y aún conservo aquellos, ya envejecidos, ejemplares. Nunca me gustó su persona-personaje, ni su megalomanía ni su espiritualismo histriónico, pero la lectura de sus  textos me abrió los ojos a realidades que no se podían ni debían negar. Solzhenitsin  murió el pasado 4 de agosto, a los 89 años. Consiguió vivir muchísimos más años de los que se pretendió que viviera y consiguió contarnos el testimonio personal de sus desventuras entre los desventurados de su país. Me sigue cayendo mal Solzhenitsin y no me apasiona su escritura amazacotada, histeroide, repetitiva y desmañada. Leí a Sozhenitsin como se lee un documento histórico, un testimonio directo, una dolorosa confesión de un molesto pariente que sufre, no como se leen las novelas. Hoy me parece un hombre respetable y un escritor que ha dejado unas obras absolutamente necesarias. Da igual que me caiga mal, da igual que sus textos me hirieran. Hoy a Sozhenitsin lo considero mi hermano y deseo que se lean y relean sus obras en mejores traducciones y en más cuidadas ediciones. Aquellos ejemplares que conservo no me atraen precisamente a su lectura: están marcados por la precariedad física y por la desolación que produjo su primera lectura. Pero uno tras otro, con mis ojos de ahora, los estoy volviendo a leer.