NO SÉ PARA QUÉ HAGO ESTE BLOG Y NO ME GUSTA LO QUE ME IMAGINO...

No sé para que hago este blog y no me gusta lo que me imagino. Lo cierto es que vuelvo a entrar en una fase de "nihilismo", ¿puede llamarse así?

Se trata de una vivencia total del sinsentido.

Y en un sinsentido total, ¿qué sentido tiene hacer un blog?

Seguramente se trata de algo relacionado con el instinto de supervivencia. Pero no sé por qué sobrevivir tiene que conllevar la tarea (cotidiana) de comunicarse.

No sé por qué hago este blog, tampoco sé su por qué. ¿Dde dónde salen las ganas y las necesidades de comunicación?

Hasta cierto punto, en mí se trata de una incercia: años de comunicarme hacen más fácil la vida con comunicación que sin ella.

También se trata de algo parecido a una incercia moral: muchos años pensando lo que se debe hacer en la vida. Como para romper con eso de golpe y porrazo.

Así que hoy les comunico a ustedes (que no tienen la culpa de nada) todas estas cosas más o menos íntimas y tengo la sensación de que hago bien (para mí) aunque no sé por qué ni para qué ni cómo.

Seguramente todo esto se debe sobre todo a una pastilla nueva que estoy tomando: me mantiene menos exasperado pero me arrastra a la somnolencia y a la indiferencia.

¿Qué hacer?

Lenín también pasó sus grandes depresiones (de las que no habla nadie, nunca he sabido por qué).