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javierdelgado

METEDURAS DE PATA. INCITACIÓN A SU ESTUDIO. REMEDIOS POSIBLES. LA SOLUCIÓN FINAL

METEDURAS DE PATA. INCITACIÓN A SU ESTUDIO. REMEDIOS POSIBLES. LA SOLUCIÓN FINAL

 En el muy educativo juego del Ajedrez una metedura de pata se paga cara durante lo que quede de partida. ¡Gran escuela de vida, el Ajedrez!

 

Para Cristina B.

 

¿Con qué frecuencia se mete la pata, pero metida realmente hasta el fondo? Ese sería un tema para una tesis, con su antítesis y su merecida síntesis. No bastarían vaguedades, aquello de más o menos… Cifras. Cifras contantes y sonantes. Fechas seguras. Coincidencias. Relaciones entre diversos hábitos cotidianos (entre ellos, el de meter la pata): comidas, lecturas, actividades, actitudes, etc. Entre las meteduras de pata, prioridades: con personas conocidas, con desconocidas, con proveedores fijos y vendedores ambulantes, con parientes lejanos, con la propia familia, con uno mismo. En público o en privado, con posibilidad de retirada o sin ella. Insuperables…

 

No hay un Instituto para el Estudio de las  Meteduras de Pata, que albergaría sin duda una sección sobre Meteduras de Pata Más Frecuentes, a la que podríamos acudir en busca de ayuda documental. No hay estadísticas. En este terreno cada día es el primero de los homínidos sobre la faz de la tierra. Y así no hay quien se aclare, quien saque conclusiones, quien ponga remedio.

¿Pero hay remedio para las meteduras de pata, como los hay – antiquísimos y sencillos, como para los chichones; sofisticadas novedades, como el remedio veraz para el mal del móvil – para casi todas las cosas que necesitan remediarse? Posiblemente no lo haya, o no es posible encontrarlo en cada ocasión ni acaso en toda una vida. Lo único que sabemos, porque lo sabemos, es que metemos la pata con frecuencia (demasiada para nuestro gusto y qué decir para el gusto de l@s agraviad@s) y que vamos perdiendo la capacidad de sobreponernos. Cada día que pasa es un día perdido en lo que se refiere a la autoestima. Nuestra imagen se resiente de tal forma que acabamos por no ver sino esa pata, metida bien hasta el fondo, que nos identifica. Ser o no ser, como escribió Molière para Cervantes. Entre ser con pata metible y no ser sin pata y sin nada, muchas veces preferimos esto último. Porque ya estamos hart@s de nuestra torpeza. ¿Desaparecer definitivamente del mundo de los seres vivos sería o no sería – he ahí la cuestión – nuestra más grande metedura de pata?  Irremediable sí sería. ¡Pero evitaría ya tantas!

2 comentarios

Ex Sra Perez -

No...no...no estoy nada de acuerdo. Es más importante buscar las razones que evidenciar los errores.

Y ser capaz de aclarar mal entendidos y empezar de nuevo, con buena letra.

Gracias, J.

ExsraPerez -

Bueno....no siempre son meteduras de pata. Cada uno, hace las cosas a su manera. A mí, me importa la intención.

Viene bien para ordenarnos. Un beso. C