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javierdelgado

MEDITACIONES CUANDO ACABA EL DOMINGO. UNA VEZ MÁS LA IDEA DE CERRAR EL GARITO...

MEDITACIONES CUANDO ACABA EL DOMINGO. UNA VEZ MÁS LA IDEA DE CERRAR EL GARITO... Acaba el domingo. No queda más té. Piazzola toca su bandoleón.  Siguen llegando emailes spam como meteoritos de otras galaxias en busca de noticias de vida inteligente pero al revés. La batería del móvil se está cargando. He hecho los deberes del Heraldo y del Qué! para empezar la semana sin apuros. Se me cierran los ojos pero no sé si es que quiero dormir o ver otras pantallas, otras ventanas, otros mundos, otras vidas. Acaso lo que quiero es no ver nada. Como de tanto en tanto, la tentación de cerrar este garito que me hicieron abrir hace casi cincuenta y tres años, este garito desgastado que ha hecho de cuna, de barca, de cueva, de pozo, de copa de árbol y de alas de pájaro, este garito de feria ya con los perdigones acabados o perdidos y la escopetas oxidadas bajo lluvias de muchas horas quietas, este garito de playa para cambiarse y aparecer, ¡hop!, en bañador con la sonrisa del mar puesta y la temible atracción de las olas cuando baja la marea y podría llevarte quién sabe hasta dónde, al otro lado de la vida convertido en pez oscuro invisible, inencontrable, desaparecido. Otra vez vienen las dudas del para qué, para qué hacer esto y aquello, para qué seguir braceando en medio de la inmensidad de un océano en el que hace tiempo pudiste acabar fundido entre sus gotas, aderezado amablemente con sus sal. Acaba el domingo. Eso es todo. Mejor pensarlo así.

3 comentarios

javier delgado -

Muchísimas gracias por vuestras palabras. Ya veis: cada cierto tiempo me entra el para qué y el qué hago aquí. Ya se me pasará. Espero. Otra vez gracias.

Antonio Pérez Morte -

Cuando acabe el último domingo,
seguirá sonando el bandoneón de Piazzola,
la voz de Chavela, las canciones de Brel.

Cuando acabe el último domingo
como se acaba un libro,
un vaso de bourbon o una taza de te,
esperaremos inquietos los mensajes amigos,
la actualización del antivirus, la invasión del spam...
y eliminaremos la basura para escribir de nuevo.

Buscando la luz abriremos mil ventanas,
para llenarnos de aire
y ver, todo lo que todavía nos queda por ver;
y si aún así los ojos caen vencidos de cansancio,
un último esfuerzo nos llevará a ese lugar
donde, serenamente, sueñan nuestros hijos.
Contemplarlos en silencio nos ayudará a descansar,
cuando acabe el último domingo.

Tersi -

¿Para qué? ¡Para nada! Al menos que yo sepa, que nadie sepa. Pero yo te no te quiero pez, te quiero gente.