"LOS TESOROS DE VERUELA": VISITAR LA EXPOSICIÓN Y HACERSE CON EL CATÁLOGO, DE OBLIGADO CUMPLIMIENTO. NO SE ARREPENTIRÁN. GRAN OCASIÓN PARA VER, OIR Y DISFRUTAR. (AVISO: LAS JÓVENES QUE MUESTRAN EL MONASTERIO SON SABIAS ADEMÁS DE AMABLES Y GUAPAS. SI CONSIGUEN UNA VISITA GUIADA POR ELLAS PUEDEN PONERSE MUY CONTENT@S. DE NADA)
Desde la entrada, bajo el arco y junto a los muros de la antigua Enfermería, puede verse
la copa en angulo agudo de la sequoia que plantó Parcual Ferrández en los años cincuenta,
una más de las maravillas de Veruela, que tantas encierra.
Artículo publicado en Heraldo, Artes& Letras, en la columna Jardines cercanos, el jueves 29 de junio de 2006
Veruela es mucho más que siete letras ordenadas eufónicamente. Veruela es mucho más que un importante primer monasterio cisterciense aragonés construido con increíble sabiduría. Veruela es mucho más que un decorado del romanticismo español recorrido por el fantasma de las siete letras de Bécquer. Veruela es mucho más que un inmenso noviciado abandonado a tiempo por una Compañía de Jesús conmovida por un conmovedor Concilio Vaticano II. Veruela es mucho más que un monumento declarado Monumento Nacional. Veruela es mucho más que una posesión de la Diputación de Zaragoza sobre cuya conciencia recae la responsabilidad de mantenerlo y mejorarlo y difundir a los cuatro vientos su belleza, su poesía y su verdad. Veruela es mucho más que la noticia cada vez más próxima de la inauguración de un Parador Nacional en el interior de su interior. Veruela entró hace ya mucho tiempo en la categoría de los bienes culturales aprensibles e inaprensibles, legado y promesa, recuerdo y vivencia, obra de arte y símbolo moral. Por los caminos infinitos de los tiempos la pétrea carroza de Veruela recorre sin parar el mundo de los sueños tirada por los siete corceles de la ilusión. Y a veces, de tanto en tanto, recibe los saludos y el trato de homenaje que merece. Como ahora, con la exposición “Tesoros de Veruela” organizada por la Diputación de Zaragoza y comisariada por José Ignacio Calvo Ruata y Jesús Criado Mainar, que han conseguido reunir más de doscientas piezas detalladamente catalogadas y dieciocho minuciosos estudios profusamente ilustrados, gracias a lo cual el monasterio y el catálogo impreso se hacen mutuamente eco en la exhibición y presentación de (casi) todo lo que hay que ver y saber sobre Veruela. No se la pierdan. Acudan a Veruela y no dejen ni un rincón sin meter la nariz. Consigan el catálogo y sumérjanse muy veraniegamente en todo lo que allí se cuenta. Estamos de enhorabuena.
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Juan Mª -