SEGUNDA REUNIÓN DE LA COMISIÓN CIUDADANA PARA EL PARQUE GRANDE: UNA OPORTUNIDAD HISTÓRICA DE PARTICIPAR EN LA RESTAURACIÓN DEL CUARTO MONUMENTO DE NUESTRA CIUDAD
Hay que estudiar en detalle el Parque Grande. Hay que Conocerlo y divulgar sus valores.
Siempre ocurre lo mismo: nada durante días y una tarde te encuentras con dos o tres reuniones a las que te gustaría o deberías ir. Ayer tarde era una de esas: José Luis Melero presentaba nuevo libro y había reunión de la comisión cívica para el Parque Grande. Tenía que ir a esta reunión pero me hubiera gustado estar con quienes acompañarían la presentación de esa “Bibliografía comentada” sobre la guerra civil.
El asunto, el autor y los presentadores lo merecen, aparte de mucha gente que habrá ido porque admira a Melero y porque le apasiona nuestra historia aún reciente. Además, publica el libro en el Rolde, del que soy suscriptor y eventualísimo colaborador (creo que un cuento), uno de esos empeños culturales que merecen aplauso en esta tierra.
Pero fui (“es antes la obligación que la devoción”) a lo del Parque Grande: la primera reunión me la perdí porque me pilló una “cefalea en racimo” (así le llaman a eso que te taladra un ojo, un pómulo, medio cráneo y te deja incapaz para nada: si no tomas pastilla porque no la tomas –peligroso: duele mucho; y si la tomas, porque te anula). Me ilusiona participar en la aportación de ideas para el futuro del Parque Grande y, en general, para los parques, jardines y arbolado público. Lo poco que sé quiero transmitirlo. Y aprovechar para aprender algo más.
Así que acudí a la reunión: nos convocaba la Fundación Ecología y Desarrollo, así que Nacho Escartín lo tenía todo preparado para que funcionase muy bien la “dinámica de grupos” y esas cosas…
Acabé mis deberes a tiempo: el repaso del Plano del Jardín Botánico ha sido ya total y cabal: si se me ha pasado algo es que ya no lo verán mis ojos de tanto pasar y repasar por los mismos números y nombres. (Tengo ganas de ver ya la Guía).
Por cierto: ¡Me publican un libro en la editorial Xordica! Esta mañana me ha llamado Chusé Raúl Usón, el director y el todo de la editorial, y me lo ha comunicado muy amablemente. Se trata de un relato breve titulado “Tierra de nadie” y que va del final de la infancia (los trece años) y alguna cosa más en la España rural de los años sesenta. ¡Ya les contaré!
A esta segunda reunión acudieron ayer bastantes personas –más de treinta – para cómo esté el mundo a las siete de la tarde… Había quienes lo hacían en representación de sus respectivos colectivos (Ansar, asociaciones de barrios…) y había artistas como el escultor Miguel Ángel Arrudi, veterano en intervenciones en espacios públicos. Funcionó muy bien: Nacho Escartín y Diego Chueca, de la Fundación Ecología y Desarrollo, supieron llevar muy bien las cosas de principio a fin. Incluso consiguieron que no me enrollase…demasiado.
Se han constituido tres grupos de trabajo: Restauración y ampliación del parque, Accesos y Actividades diversas en él (incluidas las decididamente pedagógicas). De todas formas, lo mejor es que si usted está interesado en el asunto, aunque sea sólo para seguir bien informado, consulte la web www.parquegrande.org , que es donde salen todas estas cosas ordenadas y bien puestas. Además, por supuesto, usted puede participar con sus opiniones, reflexiones, críticas, ideas, estudios, valoraciones… sobre todo lo que tenga que ver con el Parque Grande y en general con los parques de la ciudad, los jardines, las zonas verdes, el arbolado público…
Parece que hay una sensibilidad más y más aguda en la ciudadanía al respecto y es preciso canalizar y hacer efectivas las ansias de mejoras que tiene la población: hay que corresponsabilizarse con el Ayuntamiento, hay que convencer al vecindario y a los cargos públicos y al personal técnico, hay que hacer muchas cosas a las que no estamos acostumbrados en esta ciudad, en este país.
Creo que ese es el reto: participar y proponer, convencer, conseguir… Puede aprenderse mucho de la historia concreta del movimiento obrero y del movimiento campesino y del movimiento vecinal y del movimiento ecologista y del movimiento pacifista y del movimiento feminista, etc. Pero sobre todo hay que inventar recursos de participación a la altura de las circunstancias actuales. Hay, en definitiva, que APROVECHAR QUE VIVIMOS EN DEMOCRACIA para construir una ciudad en la que tengamos más satisfacción cotidiana. Y está casi todo por hacer, aunque parezca que ya está todo hecho.
Una de las primeras cosas que podríamos aprovechar en democracia es la posibilidad de conocimiento y difusión del conocimiento sin las trabas que imponía la dictadura. Esto es: CONOCER EL PARQUE GRANDE, ESTUDIARLO, “PONERLO EN VALOR”. DIFUNDIR ESTUDIOS SOBRE EL PARQUE GRANDE ES EL PRIMER DEBER QUE TENEMOS, AL RESPECTO, CON LA CIUDADANÍA.
Vamos a colaborar en restaurar un monumento excepcional, el cuarto monumento de Zaragoza (La Seo, el Pilar, la Aljafería. El Parque Grande…). Comencemos, pues, estudiando a fondo sus características, su historia, sus detalles, su funcionamiento… Creo que las experiencias de restauración de jardines históricos (como las llevadas a cabo por el equipo de Carmen Añón y su hija Ana Luengo (equipo “Citerea”) deberían servirnos de inspiración. Y otras semejantes que han tenido lugar en Milán, Burdeos, Berlín…
También pueden servirnos de inspiración actuaciones como las llevadas a cabo en la restauración de La Seo y de la Aljafería. No sólo por lo realizado (y cómo) en los edificios, sino en la consideración del espacio en el que están enclavados: el entorno urbano. También el Parque Grande tiene un entorno (el Canal. El Huerva, los pinares de Venecia, la Gran Vía, el Tercer Cinturón, etc., que deberían contemplarse. Un joven asistente a la reunión de ayer insistía en la importancia de una posible “ampliación” del Parque para el propio futuro de éste. Y tenía razón.
Pero es que aún sin esa ampliación (deseable), EL ENTORNO DEL PARQUE GRANDE DEBE ESTUDIARSE A LA HORA DE RESTAURAR EL PROPIO PARQUE.
Hay mucho por hacer, por estudiar, por divulgar… ¡Anímense a participar!
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