PROKÓFIEF EN EL RECUERDO TRIPLICADO
Mi abuelo Manuel
se sonreía
cuando alguien confundía
"El amor de las tres naranjas"
con "El sombrero de tres picos".
En la radio,
los domingos por la mañana,
sonaba
muy frecuentemente
"Pedrito y el lobo":
aprendíamos a reconocer
los instrumentos
de la orquesta.
Alberto Sánchez
proyectó "Iván el terrible"
(¡sin sonido!)
en una pared
para sus amigos
rojos conjurados
por la magia
del buen cine.
Tres Prokófiefs en mi vida.
Tres músicas amadas.
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