LAS ÁRBOLAS DEL PARQUE GRANDE ME VUELVEN A VISITAR
De nuevo estaban ahí, en grupo, ante mis ojos. Entendí que me pedían que les hiciera una foto. Acaso se ha corrido la voz entre las árbolas del Parque Grande:
- Hay un tío que nos hace fotos.
Acaso han discutido sobre la oportunidad de mis fotos. Necesarias no son.
Ellas, sin que me dé cuenta, llegan hasta mí. Se muestran: orgullosas, bellas, imponentes.
Es posible que yo me equivoque haciéndoles fotos, que sea otra cosa la que están esperando de mí.
Si es así, sabrán encontrar la forma de decírmelo.
Por ahora se acercan, se quedan extáticas ante el objetivo de mi cámara de fotos.
Se dejan mirar, observar, fotografiar.
No he intentado tocarlas, acariciar sus cuerpos.
No creo que sean caricias lo que quieren de mí.
Se las ve tan autosuficientes, tan en sí mismas, tan ensimismadas.
Ayer vinieron otra vez junto a mí.
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