Sábado 24 de Febrero de 2007
Después de disputarse cinco rondas en el XXIV Torneo de Ajedrez Linares-Morelia 2007, que en un día culminará en su primera fase en Morelia para proseguir en Linares, Leontxo García, periodista de El País y comentarista del torneo, afirmó en entrevista con Cambio de Michoacán que se está presenciando el nacimiento de un Kasparov o Fischer, con el caso de Magnus Carlsen, de 16 años de edad.
«Somos unos privilegiados, porque estamos asistiendo al nacimiento de un nuevo Bobby Fischer y un Kasparov, y eso está ocurriendo en Morelia en estos días, y sin duda alguna esto va a marcar el torneo y puede marcar una década en cuanto al ajedrez, aunque todavía es muy temprano para decir si va a llegar como Fischer o Kasparov. Es cierto que en mis 22 años de carrera nunca había visto un chico de 16 años como líder del torneo más importante del año después de cinco rondas».
Leontxo García señala que Magnus es el ajedrecista de la nueva generación del siglo XXI, la era del ajedrez digitalizado: «Estamos en el siglo XXI, con la revolución de las computadoras que influyen mucho, y los nuevos jugadores de ajedrez son cada vez más jóvenes debido a que se entrenan con computadora y progresan más rápido, de alguna forma Magnus Carlsen es el producto de esta nueva generación del ajedrez, la época del ajedrez digitalizado.
-¿Cómo se debe dirigir a un ajedrecista genio como Magnus Carlsen?
«Me estás recordando un reportaje que yo escribí hace cinco o seis años para El País: Niños prodigios, padres suplicios. Por desgracia hay demasiados casos, no digo todos, que los padres de niños prodigios cometen el gran error de proyectar todas sus frustraciones de niños superdotados y eso no puede ser bueno para el niño.
«Los niños superdotados, para lo que sea, para el ajedrez u otra cosa, son una joya y las joyas hay que cuidarlas y limarlas muy bien. Tienen un valor verdaderamente excepcional y si un niño superdotado es convenientemente tratado, con lo que yo sé, otorga muchas satisfacciones a su familia, a su entorno. En el caso de Magnus se está haciendo bien, están preocupados que el niño se desarrolle como persona y no sólo como jugador de ajedrez. Practica deportes físicos y viaja mucho, pero con una mente abierta. Su padre ha hablado muchas veces y es muy abierto; no está obsesionado con que su hijo sea el mejor jugador de todos los tiempos, al contrario, estos días, cuando el niño ha sido noticia y ha producido partidas bellísimas, ha sido su padre quien nos ha bajado los pies al suelo; recuerden que es el más joven del torneo y está debutando.
Una antítesis de esto sería Bobby Fischer, un caso negativo. Fischer tuvo una infancia espantosa, su madre era paranoica y después nos enteramos que su padre no existía; su vida fue inestable, lo dejaron solo y permitieron que abandonara los estudios, que viviera solo cuando tenía catorce o quince años, y eso es lo que no se debe hacer. Pero que yo sepa, ése no es el caso de Magnus. Creo que es un chico equilibrado.
-¿Qué desventaja o ventajas hay en la vida de niños genios como Magnus?
«Creo que hablar de desventajas sería riesgoso. No hay desventajas si se cuida bien, aunque él no vaya como los demás niños normales al colegio, creo que está yendo a la escuela magnífica que son los viajes; siempre y cuando se cuiden las cosas de un niño de 16 años, frecuentar la compañía de otros chicos de su edad». |
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