QUÍTAME: CORTOMETRAJE EN PORCIONES ( I )
En 1983 escribí "Quítame", en homenaje a Buster Keaton (Quíton-Quítame) y a las películas mudas, cuya estructura mantiene con un estilo que pretende "hacer ver" el relato como una de esas películas. También quise evocar la antigua biblioteca de la Facultad de Filosofía de mi juventud, bedel incluido; aquella ya destartalada sala de lectura en la que lo más noble que había era la madera. Luego el relato se escapó de la biblioteca y se me fue por donde Ustedes verán.
Mucho después Gerardo Alquézar y José Luis Acín aparecieron sonrientes en la nueva Biblioteca de Filosofía (en la que yo trabajaba) para ofrecerme la posibilidad de publicar un relato en la revista "Rolde". Elegí ese aún inédito texto que salió en el número 76 de "Rolde" (¿1996?). Hoy comienzo a darlo a la Red en porciones porque aun siendo breve tengo que reteclearlo de nuevo y de paso hacer algún cambio.
Así que con Ustedes, Quítame, 1:
(I)
Una biblioteca. Las paredes desaparecen en su mayor parte tras armarios repletos de libros antiguos, viejos, sobados. Hay también un cuadro, un mapa, un letrero. Luz en las mesas sobre libros y cuadernos. Más allá de las cabezas de los lectores, hacia el techo, penumbra. Un enorme bedel macrocéfalo pasea con mirada estúpida y torva por entre las mesas. Bajo los asientos, también en penumbra, pares de pies cambian de postura cada cierto tiempo.
Quítame, sentado entre dos grandes lectores, mete una hoja de papel entre las páginas de un libro, lo cierra y abandona su puesto bajo la atenta mirada del bedel, a quien envía una mirada de escusa. Vuelve al momento, coge la hoja, la dobla suidadosamente y se la guarda en un bolsillo del pantalón. El bedel parece rugir en su personal selva.
Quiton sale hacia una puerta. Se detiene bruscamente. Enarca las cejas, saca el papelito y lo echa en una papelera. Pasa a su lado una joven encantadora cargada de libros y carpetas.
Quiton queda en cuclillas junto a la papelera, en la que varias manos arrojan diversos objetos.
La chica encantadora vuelve a pasar junto a él, gira su cabeza y le sonríe.
Quiton se lanza de cabeza dentro de la papelera.
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