QUÍTAME: CORTOMETRAJE EN PORCIONES, IV Y V. HOY DOBLE RACIÓN.
Quítame (IV)
Campos de cereales. Por un camino se acercan de la mano Quítame y una chica. Hablan y ríen. La flor que lleva la chica en el pelo se remueve con el aire, pierde pétalos, cae al suelo.
“Ya verás qué bonito será”.
Ella mira con expresión de fastidio la flor que se le cayó.
Quítame rodea con su brazo la cintura de otra chica. Al fondo, el ondular de las espigas. Las huellas de ambos en la arenilla del camino. La chica lanza puñados de cereal, como si sembrase.
“Ya verás qué bonito será”
En la cima de un montículo Quítame y otra chica ofrecen sus rostros al aire y aspiran con gusto. El viento remueve sus cabellos. La gran roca sobre la que están sentados. El sol desciende al fondo de un amplio valle: árboles, cultivos, prados.
“Ya verás qué bonito será”
Un gran olmo solitario. Quítame sentado a su sombra, la barbilla sobre sus rodillas. Tirita. La oscuridad se adueña del valle, de su propia figura, del gran olmo ya en medio de la nada.
Quítame (V)
Paredes de la biblioteca.
Bajo la luz de una lámpara, la página de un grueso libro. Una mano subraya con un lápiz mordisquedado.
“Omnis si dederis oscula, pauca dabis”
Quítame mira la página del libro, un lápiz entre los dientes como el cuchillo de un pirata lanzado al abordaje. Sus ojos brillan. Sonríe ferozmente. Al otro lado de la mesa una chica le lanza dulces miradas.
Quítame cierra el libro, del que sale una nubecilla de polvo. Atraviesa un pasillo con un grueso libro en las manos. Baja una escalinata. Las copas de los plátanos se remueven a la luz de las farolas. Llueve. Sale la chica de ojos dulces como si buscase o esperase a alguien.
“Aunque dieras todos tus besos, darías pocos”
La chica le da un bofetón a Quítame, a quien se le cae de las manos el libro.
La página, ilegible, manchada de barro.
0 comentarios