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javierdelgado

ANTONIO GRAMSCI: RELECTURA EN EL SIGLO XXI

ANTONIO GRAMSCI: RELECTURA EN EL SIGLO XXI

ANTONIO GRAMSCI: RELECTURA EN EL SIGLO XXI

 

Enhorabuena a quienes acertaron que mi próxima (re)lectura sería de los textos de Antonio Gramsci (1891 – 1937). Aunque no era muy difícil…

 

Esta vez voy a (re)leerlo utilizando sobre todo la edición de sus “Cuadernos de la cárcel” que editó (en seis volúmenes) en lengua española la solvente editorial Era de México en 1981. Se trata de la traducción (de Ana María Palos, revisada por José Luis González) de los textos tal y como los había editado el Instituto Gramsci, a cargo de Valentino Guerratana (Roma, Einaudi, 1975), la llamada “edición crítica”, magnífico trabajo filológico gracias al cual pudimos tener esos textos prácticamente tal y como los había ido redactando, tenazmente, su autor.

 

Hasta entonces habíamos podido leer los textos de Gramsci correspondientes a sus “Cuadernos de la cárcel” en selecciones “temáticas”, por grandes conjuntos de temas tratados en ellos (edición de referencia, la de nueve volúmenes de Roma, Riuniti de 1971), lo cual tenía sus ventajas (en cuanto a la difusión masiva de los textos)  y sus inconvenientes (en cuanto al rigor en la edición y a la aproximación fidedigna a las búsquedas intelectuales tal y como se produjeron realmente).

 

He decidido hacerlo en la edición mexicana que menciono, sobre todo para no tener ante los ojos los muchos (demasiados) subrayados y anotaciones que hiciera en mi lectura de los años setenta y ochenta. Prefiero leer esos textos en esa buena traducción española  a tener que ver ese rastro personal que quedó en mis ejemplares de la edición italiana.

 

Me divierte ver en la portada de la edición italiana de los “Quaderni del carcere” una anotación mía del día que tuve esos libros en mis manos. Escribí: “29.XII.1975, en libertad. Zaragoza”. Es decir, a los pocos días de salir de la cárcel de Torrero (fui detenido el miércoles 12 de noviembre de ese mismo año), de la que me sacó (como a miles de presos políticos de toda España), la muy acertada muerte de Franco que, por una vez, hizo algo positivo por nosotros.

 

Es también divertido recordar que mi ejemplar de la edición italiana de las Cartas de la cárcel de Gramsci ( “Lettere dal Carcere”, a cura di Sergio Caprioglio e Elsa Fubini, Roma, Einaudi, 1975) lo feché, nada más tenerlo en mis manos en la Librería Pórtico (en la que entonces trabajaba), ese mismo 12 de noviembre de 1975, muy pocas horas antes de mi detención (me detuvieron con ese libro en la mano). Desde luego, en comisaría no pude tenerlo conmigo (ni ninguna otra cosa, salvo unos sobres de “Frenadol” que andaba tomando por lo de siempre por aquellas fechas y que vaya usted a saber por qué me permitieron conservar y seguir tomando durante los días de mi detención) y tampoco me permitieron tenerlo en la cárcel: hube de entregarlo a la entrada y no lo recuperé hasta el mismo momento de mi salida. Símbolo y señal, esto de las circunstancias de aquellas compras de textos de Gramsci, para quien siempre ha creído advertir señales y símbolos en momentos muy concretos de su vida…

 

Pues bien, ahora me pongo a esa larga (re)lectura de los “Cuadernos de la cárcel” de Gramsci, mientras (re)leo, como necesario recuerdo del marco histórico, los tres primeros tomos de estupenda “Storia del Partito comunista italiano” de Paolo Spriano (Roma, Einaudi, 1976), lecturas todas de las que les iré informando.

 

Sólo recordarles que estas (re)lecturas las hago con la intención de aprender algo nuevo que pueda servir(nos) para el presente. Porque ahora que me encuentro un poco mejor me apetece (¿puedo decirlo así?) dedicar el tiempo al "mundo grande y terrible” más que a mis propios problemas personales. Al menos, mientras dure esta buena racha.

 

 

 

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