INSECTOS NECRÓFOROS. LA VIDA QUE NACE DE LA MUERTE.
INSECTOS NECRÓFOROS. LA VIDA QUE NACE DE LA MUERTE.
Leo estos días sobre los insectos, concretamente sobre los necróforos (esos insectos encargados de hacer desaparecer de la tierra toda sustancia orgánica en descomposición). Esto de los necróforos no es que me obsesione, como parece que tiene que hacerlo un asunto tan… especial; pero confieso que siempre me inquietó la duda sobre quienes, qué y cómo hacían para transformar los seres muertos en nuevas materias orgánicas que a su vez darían vida a otros seres, etc.
Lo que ocurre es que hasta hace unos años no me atreví a estudiarlo. Me ocurrió en esto como con otros asuntos como la magia, a cuyo estudio sólo hace poco he dedicado un tiempo, más que nada porque se trataba de asuntos que me daban miedo.
Hace tiempo compré, por indicación del sabio farmacéutico y botánico Tejero, “La fauna de los cadáveres”, de P. Mégnin (Madrid, Calleja, 1876; reimpr. 1992) y el tratado de “Medicina Legal” de Alberto Teke (Mediterráneo, 1993).
Luego he ido encontrando aquí y allá otros libros. El último fue por las pasadas navidades: “Fiambres. La fascinante vida de los cadáveres”, de Roach Mary (Global Rhythm, 2007): lo pedí como regalo, un regalo un poco raro para esas fechas pero que a mí me venía muy bien.
El caso es que leer sobre las maravillosas obras de los insectos necróforos en los cuerpos muertos del mundo me reconcilia con la vida, con la grandísima fuerza de la vida incesantemente autorregenerándose.
Y cuando más deprimido estoy más me ayuda el ejemplo de estos insectos: de ellos pueden aprenderse muchas cosas sobre cómo conseguir aprovechar(se) incluso de lo más muerto que uno tiene.
0 comentarios