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javierdelgado

¡ELÍ, ELÍ!, 11: no me parece nece...

¡ELÍ, ELÍ!, 11:  no me parece nece...

¡ELÍ, ELÍ!, 11

 

11

 

no me parece nece

sario este Dios al q

ue amo no encuent

ro su necesidad ni

al comienzo del m

undo ni al final

 

es un hálito de vida

que acompaña con

amor a todo ser viv

o a todo ser existen

te también a las pie

dras

 

puedo imaginarlo c

omo un mineral puli

do y brillante como

un niño y como un

abuelo y como una

letra o un número

como una luz y co

mo un agujero qué

 más da

 

no creo que su se

mejanza con el ser

 humano sea direc

ta inmediata con c

ejas y ojos etcetera

 

es un impulso liber

ador que suscita en

ergías da voz al cie

go y ojos al mudo h

ace que las mil alas

de las mariposas p

arezcan una sola o

dos según les dé la

luz su luz su vuelo

su conciencia de

mariposa en vuelo

su amor a las larv

as de las maripos

as su amor a sus

huevos su amor a

 las hojas de col y

a las gotas de lluvi

a sobre todo su a

mor a las persona

s que somos del u

niverso entero qui

enes más necesit

amos su amor

 

1 comentario

mary -

Muchas veces la fe desbordante de una persona hacia ese ser maravilloso que nos dio la vida desaparece como por arte de magia. o quizás esa fe grandiosa que pensabamos tener no era otra cosa más que una desenfrenada esperanza por nosotros mismos, por tratar de solucionar nuestros problemas de la mejor manera, quizás recordando su existencia pero con la convicción de que NOSOTROS podemos! creo que cuando esos mismos problemas no se pueden solucionar(como es el caso de la muerte de un ser querido) esa misma convicción se desmorona y decimos perder la fe, sin embargo, no creo estar equivocada al decir que lo que resta después de ese momento es nuestra fe, es ahí donde podemos medirla propiamente. no queremos pensar que solo es nuestra inpotencia la que debemos de tratar de superar, no queremos entender que todo fue planificado, todo tiene un por qué y para qué. después de un tiempo logré despejar la mente como para poder pensar esto, o quizás después de lo ocurrido con mi familia no ha pasado un día sin pretender hallar una respuesta, aunque muchas veces esa respuesta no exista y sea sólo, TODO ESTO QUE ESTOY ESCRIBIENDO, la pretensión de un fundamento para algo tan banal pero irremediablemente doloroso y de por vida. hasta hoy, no he vuelto a recuperar esa fe que estaba segura poseía, solo di lugar al tiempo...al egoísmo, enojo con Dios Todopoderoso, que a pesar de todo, me tiene conciente de que está conmigo apoyándome en cada paso después de aquel día. es tan grande su amor para una hija ingrata y egoísta como yo! esto quería compartir con ustedes. gracias por detenerte a leerlo.