VALENCIA: EL NARANJO SE DIFUNDE POR LA CIUDAD
El naranjo coloniza los alcorques
El 'citru aurantium' supera los 10.000 ejemplares y da por cumplido un objetivo electoral de Barberá
H. García, Valencia
El naranjo amargo (citrus aurantium) ha desplazado como árbol ornamental de las calles de Valencia a otras especies como el arce o el plátano de mayor porte y que proporcionan más sombra. Ésta es una de las principales reclamaciones de los vecinos en una ciudad que en los meses de verano casi tiene sol por castigo. El último censo de frutales sitúa al naranjo, con 10.053 ejemplares, a la cabeza de la lista de especies arbóreas ornamentales. Le siguen a más distancia el arce (8.300 ejemplares), el plátano de sombra (8.297), el cinamomo (6.190) o la palmera datilera (5.363).
El citrus aurantium se impone en los alcorques y no es algo casual. Su proliferación obedece al empeño de la alcaldesa, Rita Barberá, de sembrar la ciudad de este árbol típico de la huerta cuya número en la vía pública se ha triplicado en diez años. Uno de los ejemplos más recientes está en la calle Maestro Palau, junto a la Gran Vía Fernando el Católico, donde se talaron 30 arces -que, según la delegación de Parques y Jardines, estaban enfermos- de gran porte que se suplantaron por naranjos.
La replantación con naranjos de las calles se incluyó como objetivo electoral del PP de la ciudad en las municipales de 2003. Parece que Rita Barberá quería que la ciudad oliese a azahar siguiendo el modelo de urbes como Sevilla. La idea entonces era pasar de 8.000 a 10.000 ejemplares. Un objetivo que ya se ha cumplido con creces. Los naranjos seguirán extendiéndose por las calles ya que se han incluido en las obras del plan de Zapatero, en concreto, en la reurbanización y ajardinamiento de la mediana de Peris y Valero.
Naranjas podridas en el suelo
Otro de los objetivos electorales del PP en las penúltimas elecciones municipales era "seguir con la recogida de la naranja amarga tras el éxito de campañas anteriores". Este último aspecto, sin embargo, no se ha cumplido y es precisamente uno de los principales motivos de queja de los vecinos que conviven con los naranjos. La falta de recogida de los frutos, que cuando maduran doblan las ramas y acaban en podridas en el suelo es una queja que se repite.
El ayuntamiento se comprometió a recoger las naranjas y fabricar mermeladas o cremas. Sin embargo, según la concejal socialista Carmina del Río, "hasta la fecha no hemos tenido noticia de este proceso de aprovechamiento de naranjas".
Otro inconveniente es la melaza que desprenden las flores del naranjo en primavera y que ensucian calles y coches aparcados bajo los arboles. Las plagas, el pulgón y la mosca blanca, son otra de las pegas. A favor, según los técnicos de Parques y Jardines, el naranjo tiene el tamaño moderado, apto para calles estrechas. Expertos en botánica consultados por este diario recomendiendan diversificar el arbolado público con especies alternativas de escaso porte como el árbol del amor.
La Delegación de Parques y Jardines admite que el naranjo "no es una especie perfecta pero que es la que recomiendan los técnicos porque tiene un crecimiento moderado y el tronco no se pudre".
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