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javierdelgado

ZARAGOZA: DOS MUJERES DE TORRERO CUIDAN UN JARDÍN JUNTO AL CANAL

ZARAGOZA: DOS MUJERES DE TORRERO CUIDAN UN JARDÍN JUNTO AL CANAL
De izquierda a derecha, Manuel Turnos, Raquel Vela, Elena Aliaga y Mari Carmen Fernández. PEDRO ETURA
"Cuidamos un jardín del barrio donde no llega el ayuntamiento"
La asociación de vecinos Venecia-Montes de Torrero ha premiado a dos mujeres del barrio, Raquel Vela y Teresa Aliaga, que desde hace siete años cuidan desinteresadamente un jardín junto al canal
PAULA FIGOLS. Zaragoza

Hace siete años, las riberas del canal estaban descuidadas y llenas de maleza. Raquel Vela y Elena Aliaga, amigas y vecinas de Torrero, paseaban a diario por las orillas. "Vivimos al final de la calle África, muy cerca del canal. Pasábamos todos los días por aquí y daba pena. No había jardineras, solo bancos medio rotos y hierbajos. Así que decidimos hacer nosotras un jardín", cuenta Raquel. Su jardín fue creciendo, lo cuidan a diario y luce bonito a la altura del embarcadero de la calle África (que el Ayuntamiento de Zaragoza acondicionó pero no ha puesto en marcha).

La asociación de vecinos Venecia-Montes de Torrero acaba de premiar a estas dos mujeres "por su labor desinteresada en favor del barrio". El pasado viernes, en la celebración de la hoguera de San Antón, les entregaron los diplomas acreditativos de la 'República Independiente de Torrero'. La asociación instauró estos premios anuales hace 15 años para reconocer a los vecinos que trabajan por el barrio. "Las premiamos porque han conseguido recuperar una zona que estaba abandonada. Con su esfuerzo y su tiempo mantienen un jardín muy bonito y dignifican la zona", afirma Javier Grassa, presidente de la asociación de vecinos. "Muchas veces se hacen obras pero no se mantienen, como ha ocurrido con el embarcadero. Creíamos que lo iban a poner en marcha con la Expo, pero sigue abandonado", se lamenta Javier Grassa.

Raquel -viuda de 65 años- y Elena -casada, 66 años- llevan cuatro décadas en el barrio y ahora están jubiladas. Elena tenía una tienda de alimentación en un mercadillo en Hernán Cortés y Raquel ha trabajado muchos años en la hostelería y el servicio doméstico. Elena sabía algo de plantas y las dos tenían mucha ilusión. Así que se pusieron manos a la obra. "La gente nos daba semillas, compramos alguna cosa y también fuimos al vivero del ayuntamiento a pedir que nos dieran algún arbolito. Plantamos caléndulas, ricinos, dondiegos, sándalo, hierbabuena… E hicimos una valla artesana para que no entraran los perros", cuenta Raquel, que ahora está haciendo un curso de jardinería en el centro de mayores Laín Entralgo.

Justo el día que terminaron, les avisaron de que el ayuntamiento -tras años de abandono- por fin iba a hacer obras en esa zona. Trasplantaron las flores y plantas a otro jardín mientras duraban los trabajos. El consistorio hizo un pequeño parque y colocó jardineras con riego por goteo. "El ayuntamiento hizo las jardineras y ahí las dejó. En Medio Ambiente nos dijeron que no tienen gente para cuidar esto. Y nosotras seguimos viniendo para mantenerlo. Colaboramos con el servicio de Parques y Jardines, y ellos nos dejan herramientas. En un local aquí al lado guardamos las mangueras, los pozales, las palas y el pico", cuenta Raquel. "Aunque últimamente vienen más a limpiar", reconocen estas jardineras voluntarias.

Las dos mujeres están muy contentas con el homenaje de sus vecinos. "A nosotras nos gusta mucho y es una terapia muy buena. Mientras plantamos flores o quitamos hierbas, reímos, cantamos y hasta recitamos poesías", afirma Raquel. De vez en cuando, otros vecinos se acercan a ayudarles, como Mari Carmen Fernández o Manuel Turnos. "Si todos colaboráramos un poquito, la ciudad estaría mejor", dice Raquel. "Ahora hemos plantado tulipanes y pronto nos toca podar. Ya verás qué bonito estará todo en primavera", sonríe.

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