PILAR LAVEAGA. AVISO A L@S AMIG@S
Pilar Laveaga ayer jueves 21 de mayo de 2010
PILAR LAVEAGA
(Artículo publicado en "Artes & Letras" de Heraldo de Aragón el jueves 20 de mayo de 2010)
Esta semana no voy a recomendarles ningún libro. Mejor: les recomiendo todos los libros, o cualquier libro. Sé que hago trampa. Como ustedes también lo saben, no hay problema: las trampas son parte del juego, incluso del juego de espejos en el que nos miramos al leer una columna sobre libros. Yo me he mirado en esta columna esta tarde de mayo y no he visto un libro sino los grandes ojos de una mujer valiente, los ojos de una lectora insaciable que buscaba en los libros la huella de otras vidas a las que acercarse para compartir con ellas su vida y las de tantas actrices y mujeres de teatro que, como ella, buscaban en los escenarios el espejo de un libro, la columna de un personaje, la mirada de un ser humano, la valentía de una mujer enfrentada a los males del mundo con las manos limpias y el corazón inflamado. El teatro de Pilar Laveaga –de ella les estoy hablando - fue siempre un teatro en llamas, crepitante de diálogos, fogosamente intelectual, profundamente dramático. El teatro de Pilar Laveaga, fue un teatro vocacionalmente profesionalizado, de dedicación exclusiva, obsesiva, extenuante. Docenas de actrices y actores de Aragón dieron con ella sus primeros pasos, compartieron tablados, mesas, carreteras, nervios, risas, canciones, ilusiones, aplausos. También enfados y disgustos, decepciones, rechazos. No estoy hablando de una mujer de niebla, de un fantasma idealizado: hablo de una mujer valiente cuyos grandes ojos verdes me han mirado esta mañana de mayo en la residencia en la que intenta mantener su identidad, su dignidad, su valentía de mujer actriz, lectora entusiasmada, y en nombre de Pilar Laveaga, les invito a vivir, a leer, a escribir, a compartir nuestras vidas, me atrevo a invitarles a nunca olvidar su mirada y su teatro, a nunca olvidarla.
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