MEMORIA ANTIFRANQUISTA: JUAN-RAMÓN CAPELLA Y SU "SIN ÍTACA"
“Sin Ítaca. Memorias 1940-1975”, de Juan Ramón Capella (Trotta, 2011) es un interesante libro sobre la España de esos años. Su autor (catedrático de Filosofía del Derecho de profesión) fue militante destacado del PSUC (“el partido de los comunistas catalanes”, como solía decirse) de 1965 a 1975 y “discípulo” de Manuel Sacristán (y formó parte del grupo que fundó más adelante la revista “Materiales”).
La España, sobre todo la Cataluña (pero no sólo) de los años cincuenta y sesenta (familias, colegios, curas, militares, jerifaltes locales, costumbres, etc.) tiene en este libro una voz muy personal, de un autor muy observador y muy lúcido. Y también la izquierda y, en general, la resistencia antifranquista, de la que el autor nos ofrece noticias bastante infrecuentes. Especialmente impactante su relato del día a día de la universidad franquista: estudiantes, policías, profesores, catedráticos, “autoridades” académicas diversas. Sobre la intrahistoria del PSUC de aquellos años y sobre la personalidad de algunos de sus líderes también ofrece Capella algunos testimonios especialmente llamativos.
Llama la atención el especial cuidado que el autor ha puesto en su relato sobre su propia infancia y adolescencia: su mundo familiar, sus búsquedas más personales, sus experiencias más íntimas. No es lo usual: generalmente la gente prefiere ponerse a escribir para al público a partir de lo que en este libro sería la segunda parte; es decir, a partir de la que ya sería la “vida pública” del protagonista. Esta “anomalía” del libro de Capella le da una identidad especial.
No hay nostalgia en este libro. No, al menos, tanta como suele haberla en este tipo de memorias. Capella opta más bien por una recreación incisiva, a veces hasta grotesca (el asunto da para mucho en esa dirección, desde luego), nunca cínica de un “desencantado” ni pelmaza de un “sabelotodo”. El autor parece mantener, a estas alturas de su vida, las constantes críticas y humorísticas que han debido de formar parte de una identidad “en formación” a la que no pretende traicionar ahora.
Puede decirse que estas memorias de Juan-Ramón Capella forman parte de un universo literario ya conformado por múltiples testimonios personales, coincidentes o no con el suyo. Un universo en el que aún seguimos echando en falta muchas voces de personas que intervinieron especialmente durante aquellos años y que desearíamos no quedaran calladas para siempre a causa de su desaparición. Afortunadamente, la voz de Capella ya no se perderá: sus palabras, entregadas generosamente a la lectura crítica de sus semejantes, fomentan la reflexión no sólo sobre las circunstancias colectivas de la vida en aquellos años concretos sino sobre la vivencia misma de nuestras vidas individuales. Lo que sin duda es la intención del autor.
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Paco Ortrga -