FERIA DEL LIBRO VIEJO Y DE OCASIÓN

De viejo y de ocasión. Pero no es una Feria.

 

 

Artículo pubicado en "Artes & Letras" de Heraldo de Aragón del jueves 29 de marzo de 2007 

FERIA DEL LIBRO VIEJO Y DE OCASIÓN

 

De joven no me gustaban los libros viejos. Antiguos sí; pero viejos no y no. Comprar libros era comprar libros nuevos, a poder ser recién salidos de las cajas en las que llegaban a las librerías como pequeños moisés sobre la aguas de un invisible Nilo. Ahora que yo mismo me voy convirtiendo en algo parecido a un libro viejo (y ojalá que de ocasión) siento estos otros libros mucho más cercanos: no les veo los defectos que antes me saltaban a la vista y sobre todo al tacto (rehén de mis aprensiones) y valoro sus méritos y ventajas, entre otras muchas (pero no sólo, ni siempre) su menor precio. Hablar de libros sin hablar de dinero me parece más que nada confuso: más prefiero dar ese dato que decir cuántas páginas tienen: quienes leen por lo que hay que leer sólo tienen un tope, y ese tope no lo marcan las páginas

 sino el dinero. ¡Ay de quienes buscan un libro de pocas páginas sobre cualquier cosa! ¡En el pecado llevan la penitencia! ¡Y ellos se lo pierden! Pierden el tiempo y pierden el dinero, y como los pierden en pequeñas cantidades aún creen que han salido ganando algo en ello. Lo bueno, si breve, dos veces breve: placer abreviado en un mundo no generoso en placeres, y menos en placeres largos. Una rienda corta y un galope largo, pedía el poeta en sus versos y les sugiero que lo tomen como consigna, emblema y divisa. Libros baratos, placeres largos: podría ser un anuncio de libros y de puros (por supuesto, cubanos: allí se manufacturan mientras alguien lee en voz alta para todo el mundo). Saborear un habano mientras leemos libros adquiridos en esa Feria que ha florecido un año más en la plaza de Aragón. Ahora que vamos dejando de fumar y de tantas otras cosas (será por la salud, pero parece que buscáramos la salud de los muertos), disfrutemos comprando libros que ya otros ojos leyeron antes (o no: ésa es la ocasiión).