GRAN SCALA: ¡ESTO ES JAUJA!
Artículo publicado en "Opinión" de Heraldo de Aragón el miércoles 28 de noviembre de 2007
¡ESTO ES JAUJA!
Insistentes noticias nos llegan como una lluvia de manzanas de oro: Aragón puede ser territorio (se diría que privilegiado) en el que se establezcan multinacionales empresas de entretenimiento. La opinión de los máximos representantes políticos y empresariales del lugar coincide: se trata de una posibilidad francamente deseable. No es de extrañar: hace ya unos años que han focalizado sus respectivas inversiones en la Expo 2008 que, bien mirada (hay quienes la miran mal, pero esa es otra cuestión), no es sino una gran empresa de entretenimiento.
Esta coincidencia marca un hito en la historia de Aragón: nuestro siglo XXI ha comenzado a rodar impulsado por un motor que funciona sencillamente para funcionar, sin que se espere de él que produzca nada más que su propio movimiento. Se trata, por si fuera poco, de un movimiento muy especial: atraerá y repelerá multitudes, pero no parece preverse ni entrada de materia prima ni salida de producto elaborado. Hasta ahora los debates sobre nuestro futuro económico se centraban en la cualidad de las materias sobre las que se ejercería alguna acción y en la de las materias resultantes de la misma. Eso ya es historia.
Pero hay más sorpresas. La revolución industrial y la revolución tecnológica no habrán sido nada comparadas con ésta que se avecina. Hasta ahora el ser humano había sido cosificado en todo lo posible para hacerlo compatible con la productividad de las máquinas mediante las que se producían nuevos objetos. En adelante, se le pedirá que se humanice tanto cuanto pueda, pues será el propio ser humano la materia prima sobre el que actuará la acción industrial. ¡He ahí el verdadero descubrimiento! ¿No es un gran adelanto? ¡Así pues, sí hay materia prima, sí hay producto final!
¿Cuál puede ser el combustible que mueva ese motor que no moverá nada? Una materia no contaminante (como exigen los tiempos), una pulcra ecuación económica que, superado la obsoleta I+D (Investigación y Desarrollo) significa una nueva conquista del genio empresarial: I+E (Inversión en Entretenimiento) hará el milagro de hacer funcionar una gran industria dedicada a la transformación del individuo humano común en individuo humano entretenido.
La prueba de la novedad económica que dicha ecuación promueve no puede ser más patente en su invisibilidad: lejos de la patraña de los siempre externos objetos consumibles, el individuo se consumirá a sí mismo muy entretenidamente, ¡dejando ganancias por ello! Ya no harán falta evidencias tangibles de su productividad ni de su consumo: será solamente en su intimidad donde se produzca el hecho económico (que es donde en realidad lo ha hecho siempre: las apariencias engañan). Se trata, pues, también, de una conquista científica, en el terreno de la verdad.
¿Y acaso no es ésa la única finalidad que deberían proponerse todas las industrias? Individuos entregados al entretenimiento, a un extremo y otro de una literalmente fabulosa cadena de montaje. Productores y consumidores del entretenimiento, turnándose a tiempo parcial. Hace tiempo que deberíamos cobrar sencillamente por entretener a los demás y dedicar nuestros sueldos a que nos entretengan. La industria, por fin, reconoce en sí misma la esencia intangible del arte. ¿Hay algo más parecido a la felicidad?
2 comentarios
javier delgado -
En la revista "La codorniz" ("La revista más audaz para el lector más inteligente" ya lo decían:
Cuando un lector inteligente lee artículos inteligentes llega a conlusiones inteligentes. Un abrazo.
Mesturero -
Como ya dijo algún iluminado, la realidad supera la ficción. Si como bien apuestas en tu exposición, la persona va a ser la materia prima que va a ser transformada y su felicidad el producto resultante, obteniendo de dicha transformación pingües beneficios la INDUSTRIA de siempre (ya se sabe que el globo de la construcción tiende a deshincharse, y el aire, al igual que la energía o el dinero, no se crea ni se destruye sino que se transforma, cambia de manos o, en el caso del aire, tiende a incrementar el volumen de otro receptáculo vacío.
Si el dinero existente en un país debe repartirse entre aquellos que trabajan y/o producen, cuantos más personas trabajen sin producir, o produzcan bienes intangibles, menos quedará para aquellos que se encuentran en el sector primario. Cuando éstos se den cuenta, también querrán huir de una tarea ingrata y mal remunerada porfiando por lograr un puesto cómodo en la nueva industria, abandonándonos al resto de los mortales y dejándonos nuestros móviles, portátiles, internet y ocio para llenar nuestros vacíos estómagos.
Sí, vamos muy deprisa, nadie quiere parar para consultar el mapa por no perder tiempo respecto a la competencia, pues ello resultaría peligroso, pero no nos damos cuenta del peligro de la velocidad a la que vamos sin comprobar si funcionan los frenos.
Que el Señor (Delgado) nos coja confesados