WINTHUYSEN 1924-1925: UN ARTÍCULO DE SU HIJA BEATRIZ WINTHUYSEN COFFIN. DETALLES DE LA VIDA DEL GRAN PAISAJISTA QUE INSPIRÓ EL DISEÑO DE NUESTRO PARQUE GRANDE
Actividades de Javier de Winthuysen y Losada (1874-1956)
entre los años de 1924 y 1925
Con motivo del 75 Aniversario del Parque Grande de Zaragoza en julio del año 2004, se nombró el Jardín Botánico de dicho parque en honor a Javier de Winthuysen. Desde entonces han surgido comentarios sobre su vida en esa época que aquí trato de aclarar lo mejor possible.
Se sabe con certeza que Winthuysen estuvo en Zaragoza el 23 de diciembre de 1924[1], y así consta en la placa en su honor. Ese fue el día en que Winthuysen dió a los zaragozanos una coferencia en el Casino Mercantil sobre jardines históricos de España y su importacia cultural, y les animó a que continuaran con la idea de crear un parque público en el sitio dominado por el Cabezo de Buena Vista, ofreciéndoles las pautas a seguir para el desarrollo de su parque. Aquí tratamos algunos sucesos de la vida de Winthuysen antes y después de su visita a Zaragoza:
¿Que hacía Winthuysen en aquellos tiempos?
Antes de su visita a Zaragoza
El año 1924 fue de gran actividad para Winthuysen. Vive en Madrid y se dedica plenamente al paisajismo. Ya para entonces había terminado su extensos estudio de los jardines históricos y había dado gran número de conferencias y se habían hecho y publicado varios de sus proyectos de jardines.
El 15 de noviembre de 1924 publica en La Esfera su artículo “Resurgimiento del jardin español”.
Entre los proyectos de 1924 está el jardín y banco para la Residencia de Estudiantes, el jardin para la residencia de la condesa de Medina y Torre y el proyecto de jardín para el Vizconde de Güell.
En noviembre de 1924 hace una exposición en la Casa Nancy. Expone 24 cartones al óleo de 46 x 38 centímetres. Son todos paisajes y jardines castellanos, de luz del centro de España. Escorial, Sierra de Guadarrama, el Pardo y Torrelodones. Adquieren sus obras Pío del Río Ortega, el Marqués de Palomares (Encinas Castellanas), Miss Morgan y otras personas conocidas. Teresa Winthuysen tiene Monte del Pardo, pero desdichadamente la mayoria de esos cuadros desaparecieron durante la Guerra Civil. También expone por primera vez el proyecto de jardín para el Vizconde de Güell, en Ávila [2].
De las críticas de los 24 cuadros expuestos en la Casa Nancy copiamos la que dice:
“Se trata de 20 obras perfectas, parejas todas en méritos de ejecución y en valores artísticos. Su común característica es la diamantina pureza del color y el clásico equilibrio con que están sentidas y ejecutadas. El carácter castellano de los lugares retratados, cáracter hecho de luz y de buidos perfiles, se acusa en todas ellas infundiéndoles un sello inconfundible. No hay en estas obras un sólo momento de vacilación. Están hechas aparentemente con una facilidad asombrosa. El pintor que antaño malograba su intento por el esfuerzo de buscarse a si mismo ha conseguido hogaño su intento plena y cumplidamente. La comunión entre el artista y el natural es tan perfecta, que la forma apenas se ve. El arte ha conseguido una vez más el milagro de remedar sobre el lienzo la inquieta y mutable aparencia de las cosas vivas. Con esta obra pictórica Javier de Winthuysen coloca su nombre entre los más distiguidos de la pintura española contemporánea”. Lo firma Juan Héctor Picabia. El Liberal, de Sevilla, 16 de noviembre de 1924.[3]
Un grupo de amigos y admiradores le ofrecen un banquete que preside el Sr. Pérez Nieva, Director General de Bellas Artes, el homenage tuvo lugar el 26 de noviembre de 1924, la invitación dice:
En honor de Winthuysen
Para testimoniar nuestra adhesión y cariño a Javier
de Winthuysen, por su labor de pintor y su obra de
reconstrucción de nuestros jardines clásicos, sus amigos
nos reunimos para obsequiarle con una comida el día
26 de noviembre, a las nueve de la noche, en el Res-
taurante Molinero
José Francés, Victorio Macho, Jacinth Higueras, Emiliano Barral,
C. Ruiz, M. Machado, Antonio Porras, José Valdor Donoso, Juan
Hector Picabia
Las tarjetas, al precio de 13,50,se
pueden recoger en dicho restaurante
Algunos amigos que no pudieron asistir al banquet le mandaron una nota felicitándole, sus hijos Javier y Salud le mandaron un telegrama desde Sevilla.
Comentario sobre la fecha de la visita a Zaragoza el 23 de diciembre de 1924
No puede uno por menos de notar que la visita a Zaragoza se efectuó despues que había clausulado su exposición y justo antes de las Navidades, la Nochebuena se celebraba mucho y fue el día que seguramente se volvió a Madrid. Teniendo en cruenta esto, me parece que si fue a Zaragoza fue por que lo habían invitado. No cayó allí por casualidad, o de paso a otro lugar.
Por la filosofía de la vida que acusa en su escrito de esa época “Ecuanimidad”, se puede deducir que si no volvió a ocuparse del desarrollo del parque de Zaragoza fue por que no lo invitaron a participar. Esta situación es muy corriente en la política de los proyectos de jardinería, pero lo maravilloso es que después de 75 años se reconociera la importancia de su visita a Zaragoza, para el bien de todos y para la satisfacción de sus descendientes.
Después de su visita a Zaragoza
En contraste con el año 1924 que es tan preciso en la vida de Winthuysen, el año 25 pasa sin fechas determinadas. No hay ninguna fecha a la que nos podamos referir después de su visita a Zaragoza, hasta que publica ya al final del año, el 25 de diciembre de 1925 en la revista El Auxiliar de Ingenieria un articulo “Ciudades-Jardines Españoles”.
Lo que sí vemos por sus memorias es que dejó de pintar y también de escribir artículos para los periódicos y se absorbió en sus proyectos y en componer su libro Jadines Clásicos de Espana, Castlla. Su estado de ánimo había decaído bastante, quizás en parte por su mala situación económica y familiar. Por otra parte parece ser que estaba muy ocupado resolviendo proyectos, no ya tan residenciales, y se ve que los ingenieros le buscaban para resolver problemas de diseño.
Del año 1925 son la Escuela de Cerámica en el Parque del Oeste de Madrid y el jardín de la Escuela de Ingenieros de Caminos en Madrid que, tras un recién studio minucioso, se está reconstruyendo como Winthuysen lo hizo.
También hizo el jardin para la residencia del Sr. Rivera Pastor y entró en el concurso para los jardines del Monumento de Valera, y del año 1925 datan su ante proyecto para un jardín en Córdoba y los jardines de la Glorieta en los Jardines de la Victoria de Córdoba.
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Beatriz de Winthuysen Coffin, Septiembre 2008
[1] Véase ¡Aquí... Zaragoza! , Tomo IV, 1953. Por José Blasco Ijazo , pag. 91, “El soberbio Parque de Primo de River”
[2] Esa finca, conocida entonces como San Segundo se llama ahora Villa Winthuysen y reciben huéspedes.
[3] Así aparece en el catálogo de la exposición Winthuysen celebrada en Madrid para su centenario, Salas de Exposiciones de la Dirección Gral. Del Patrimonio Artístico y Cultural, Noviembre 1974.
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