CHE GUEVARA: LA GUERRILLA EN BOLIVIA. UN LIBRO DE WILLIAM GÁLVEZ RODRÍGUEZ

CHE GUEVARA: BOLIVIA

 

Compré un libro que me parece importante: “El guerrillero heroico. Che en Bolivia”, del historiador cubano William Gálvez Rodríguez (Holguín, 1933, primero capitán del Ejército Rebelde en 1958, luego brigada en la reserva militar, graduado en la Escuela Superior de Guerra “Máximo Gómez”, licenciado en Ciencias Sociales y doctor en Ciencias Históricas, autor de una docena de títulos sobre la Revolución Cubana y la vida del Che). Lo publicó la editorial Status en abril de 2003, pero yo sólo me enteré de su existencia por casualidad el otro día…¡en el Corte Inglés!

 

Me parece un libro importante porque su autor lleva muchos años en la brecha revolucionaria, ha participado en importantes acciones, de las que ha dado cuenta documental y testimonio personal a lo largo de los últimos treinta años, sabe mucho de lo que escribe, ha estudiado muchos materiales y entrevistado a muchas personas involucradas en las acciones y ha tenido acceso a documentación de primera mano sobre casi todo lo que investiga.

 

Había buscado estado buscando  (sin saber que era del mismo autor de éste, pues no había laído hasta ahora nada de William Gálvez) otro de sus títulos, “El sueño africano del Che. ¿Qué sucedió en la guerrilla congoleña?” (1997), libro premiado y traducido al francés y al inglés, pero no lo encontré. (Me tuve que contentar con las páginas dedicadas al asunto en la biografía “Che Guevara. Una vida revolucionaria”, de Jon Lee Anderson (Anagrama, 2006) y con el libro de Paco Taibo II y compañía “El año que estuvimos en ninguna parte”, (Txalaparta, 2006).

 

Me ha extrañado no ver este título, ¡ni ningún otro de este autor!, reseñado en esa biografía de Anderson que cito más arriba. No lo comprendo. Imagino problemas de entendimiento entre ambos autores. Miraré el de Taibo II, a ver si cita ese otro sobre la guerrilla del Che en África.

 

Mi primera impresión, pues sólo lo he ojeado de arriba abajo varias veces y llevo unas docenas de páginas realmente leídas (y son setecientas cincuenta bien llenas de letras, planos, fotografías), es que se trata de una obra fundamental en la bibliografía del Che. Cuando uno lleva toda la vida viendo libros de cerca puede hacer caso a sus primeras impresiones de lectura. Las mías sobre este libro son muy buenas. Pienso si no ha sucedido que otros haya aprovechado mucho de su investigación y por eso (la regla no falla en estos casos) no sea citado. También puede suceder que el tono generalmente siempre “entregado” del texto hacia el elogio del Che lo haya hecho “sospechoso” a los ojos de autores más “neutrales”, etc. Sin embargo, basta leer algunas páginas aquí o allá para darse cuenta de que, por encima de cualquier actitud del autor, la documentación aportada es impresionante: rica en cuanto a sus diversas fuentes (incluidas las del ejército enemigo), bien citada y contrastada.

 

Espero no equivocarme y tener realmente un libro importante sobre el Che ante los ojos. Ya les diré.

 

¿Por qué leer ahora un (otro) libro sobre el Che Guevara? ¿Y precisamente bajo los efectos de este parón brutal de la depresión que me tiene medio alelado, bloqueado, incapaz? En primer lugar, por eso mismo; quiero decir, porque sólo un alimento fuerte como lo es  todo lo que tiene que ver con el Che puede alimentarme ahora (y no sólo las preciosas relajantes páginas de Fabre sobre la vida de los insectos). En segundo lugar, porque las obsesiones tienen su camino propio por el que avanzan y retroceden, y ésta del Che (pues obsesión es, lo reconozco) cada cierto tiempo me lanza a la búsqueda de claves de análisis político de las actividades guerrilleras (Vietnam, Cuba, América Latina, África, Europa…) y también (y no en segundo lugar) a la búsqueda de claves de comportamiento, para lo que muy bien me viene la reflexión sobre la vida del Che.

 

Dicho rápidamente, centrado en la cuestión de la guerrilla del Che en Bolivia, siempre vuelvo al mismo punto de partida: cómo y por qué se las compuso el Che para organizar tan concienzudamente su gran fracaso final.

 

(Continuará)