Blogia
javierdelgado

ESCRITURAS

AMORES Y RENCORES, 5: Muchos son los que me saludan pero confidente...

A&R, 5

 

Muchos son los que me saludan pero confidente

ni uno sólo entre mil, como dice

la Biblia (en verso)

 

Amistad,

amistad…

TSC (TRABAJO, SALARIO Y CAPITAL), 10: el crédito deviene ta...

TSC, 10

 

el crédito deviene ta

nto para el acreedor

como para el solicita

nte un objeto de tráf

ico de engaño y de a

buso recíprocos

 

por añadidura la des

confianza entra en e

scena aquí con estré

pito como base de la

confianza en la econ

omía política

 

cálculo desconfiado p

ara saber si es neces

ario o no otorgar el cr

édito espionaje de la

vida priva da etc. del

solicitante

 

divulgación de dificul

tades momentáneas

a fin de eliminar a un

rival y quebrantar sú

bitamente su crédito

 

(hay que remachar el

clavo que dejo clavad

o Carlos Marx lo hare

mos en dos próximos

poemas económicopo

líticos)

¡ELÍ, ELÍ!, 10: ¿qué Dios era ese...?

¡ELÍ, ELÍ!, 10: ¿qué Dios era ese...?

¡ELÍ, ELÍ!, 10

 

¿qué Dios era ese

Dios al que acaba

ba de decir sí? ¿q

ué Dios era ese Di

os del que me hab

ía enamorado? Pu

es no lo sabía. Sa

bía qué dioses no

eran mi Dios  qué

ídolos me habían

sido expuestos  e

n la infancia que h

orrores habían aco

mpañado mis prim

eros pasos

 

pero de este Dios

de ahora este Dio

s por así decirlo s

in necesidad más

allá de mi propia

necesidad de Di

os no sabía quién

era

 

de aquel enamora

miento súbito exu

ltante aún guardo

el recuerdo vivo e

n mi corazón aún

tengo su certeza

en mi memoria en

mi inteligencia y e

nmi voluntad aún

está conmigo y y

o con Él

 

pero han pasado y

a dieciseis años y

no sé a ciencia cie

rta quién es este D

ios en el que creo

al que amo

 

no es una máquin

a potente ni un rel

oj ni por supuesto

un señor relojero

no es un mago ni

tampoco un verdu

go

 

etcétera

 

todo lo que no es l

o puedo saber o lo

creo saber

 

pero quién es este

Dios del que me e

namoré hace ya di

eciseis años no sé

quién es no sé qui

en es mi Dios mi D

ios mi gran amor

¡ELÍ, ELÍ!, 9: también había tiem...

¡ELÍ, ELÍ!, 9: también había tiem...

¡ELÍ, ELÍ!, 9

 

también había tiem

po para las bromas

tiempo ganado a m

idesmedida vocaci

ón trágicocómica m

ás trágica que cómi

ca también había ti

empo para las brom

as en un convento l

leno de seriedad 

 

nos reimos por Dio

s con Dios en Dios

nos reimos me reí

por primera vez en

venticinco años en

tusiasmado en el s

entido etimológico

estricto de la expre

sión

 

por ejemplo esa fot

o con la que hice u

n collage

 

a la monja mayor n

o le hizo gracia per

o tampoco era de e

sperar que se riera

ella de ella como yo

me reía de mí

 

al fin y al cabo ella

llevaba toda su vida

creyendo en Dios y

yo sólo siete u ocho

días

TSC (TRABAJO, SALARIO Y CAPITAL), 9: gracias a esta exis...

TSC, 9

 

3)

 

gracias a esta exis

tencia muy ideal de

l dinero el hombre n

o puede ya falsificar

otra moneda que a

sí mismo su falsa m

oneda será su prop

ia persona

 

deberá simular men

tir etc para procurar

se su crédito

 

así pues el crédito d

eviene tanto para el

acreedor como para

elsolicitante un obje

to de tráfico de enga

ño y de abuso recípr

ocos

 

en el crédito público

el Estado ocupa la m

isma posición que u

n individuo

 

en las especulacione

s con los titulos públi

cos se ve cómo el Es

tado deviene el jugue

te de especuladores

etc.

 

(esto lo escribió Mar

X en 1845 pero pare

Ce que mismamente

lo escribiese ayer)

 

DESAHOGOS, 18: eras sombra...

18

 

Eras sombra

en las sombr

as un pedazo

de sombra en

sombreciéndo

lo todo a tu al

rededor

 

 

te he traido u

n momento p

ara verte a la

luz de los foc

os ante mi mi

rada ya no er

es nada

DESAHOGOS, 17: qué despropósi...

DESHOGOS,

 

 

qué despropósi

to hacer propós

ito de la enmien

da cuando no s

e cree haber pe

cado contra nin

gún mandamien

to del amor

 

qué tonterías lle

gan a escuchars

e de una mujer

que se siente hu

millada

 

mejor mandarla

bien lejos antes

de que sus tont

erías le hagan a

ún más tonta qu

e antes

 

mucho mejor co

rtar toda relació

n con ella y sali

r a nuevos amo

res a nuevos ca

mpos

 

cuánto tiempo p

erdido y no recu

perado en esas

tristes guerras

contra las tigres

as desdentadas

que amenazan

con morder don

de más duele cu

ando ya no duel

en ni sus mordis

cos ni sus lágrim

as

 

así tú te empeña

bas en retrasar e

l día de la partida

sin darte cuenta

de que otra vez c

aías en la tramp

a en sus garras e

sas sí afiladas

 

rumor de lloros s

uspiros quebrant

os desesperacio

nes a la hora de

comer hay herm

anas armadas c

on estacas abue

la echando chis

pas por los ojos

hay todo un reg

imiento familiar

dispuesto a rei

vindicar el hono

r de la niña el b

uen nombre la ho

nra de la familia t

odas esas cosas

que nada tienen

que ver con el am

or con tu amor co

n mi amor con mi

amor desde luego

que no

 

mejor salir por pi

ernas mejor pon

er tierra por med

io mejor tomar la

s de villadiego

 

pero afirmé los p

ies sobre aquella

s baldosas de tu

infancia

 

pero cerré los oj

os a la evidencia

 

pero sentí compa

sión

 

pero aún era pos

ible que tú me qu

isieras como yo

 

y metí la pata la m

etí hasta dentro d

esde entonces tu

intención sólo fue

arrancarme el co

razón para comér

telo

 

ya no querías sino

venganza eterna

ya nunca más am

or amor

¡ELÍ, ELÍ!, 8: abr iru nap uer ta...

¡ELÍ, ELÍ!, 8: abr iru nap uer ta...

¡ELÍ, ELÍ!, 9

 

 

 

abr iru nap uer ta

 

tras pas are lum bra l

 

com enz ara cam ina ral  otr ola do

 

hac ial alu zos cur ade laf e

TSC (TRABAJO, SALARIO Y CAPITAL), 8: la inversión de las...

2)

 

la inversión de las

relaciones recípro

cas la hipocresía y

el engaño son llev

ados al colmo

 

en cuanto a aquel

que no posee cré

dito no sólo es juz

gado como pobre

sino también mor

almente como alg

uien que no mere

ce confianza ni es

tima y es tratado s

ocialmente como

un paria

 

además de la pri

vación el pobre

sufre una humil

lación porque d

ebe rebajarse a

mendigar el cré

dito del rico

AMORES Y RENCORES, 4: Ahí estais, muertos vivos míos.

4. Ahí estais, muertos vivos míos

 

Pero sí que hay hermanos, sí que hay también

amigos, aunque a veces, muchas veces, no los veo,

ni los oigo, ni sé nada de ellos, ni ellos saben

de mí, pero están, sí que están, y a su memoria

escribo, a su memoria como a una presencia

sin su presencia, como una presencia fría,

sin abrazos ni sílabas

 

Pero sí que hay hermanos en este silencio y hay

amigos en este silencio, amigos y hermanos,

y yo sé que los hay, pero su estar es antiguo

y su silencio antiguo y su sonrisa de tan

antigua ya no es ni sonrisa, y callan y envejecen

y de una forma extraña me buscan, no vienen,

no me quieren, me quieren, se van.

 

 

Pero sí que hay hermanos más allá de las negras

nubes del olvido y también hay amigos

que no quieren saber más de mí: ya lo saben todo,

ya lo imaginan todo, ya lo detestan todo

como se detestan los vicios de un amigo, los malos

chistes malos de un amigo que mejor haría

quedándose en silencio él también.

 

 

Ycuando llega las hora de los muertos

ahí estais, amados muertos, hermanos y

amígos míos de cada día, con la osamenta

y poco más para decirme que ahí estais,

que manteneis los recuerdos de vosotros

mismos aunque yo también los olvide y sólo ya

os recuerde como muertos muertos

sin recuerdos de vivos. 

TÚNELES, 5: no ha...

5

 

no ha

y más

túnele

s que

los qu

e arde

n no h

ay tún

el que

cien a

ños d

ure n

o hay

túnel

que p

or ma

l no v

enga

etcét

era y

así to

do el

refran

ero e

spaño

l

DESAHOGOS, 16: viajamos casi un mes por tierras...

DESAHOGOS, 16

 

 

viajamos casi un mes por tierras

asturianas nuestro primer y último

viaje de novios como quien dice

aquel viaje veraniego absurdo du

rante el que no hicimos el amor

ni una sola noche ni un solo día

ni una sola vez

 

 

                           yo quise una ma

ñana entrarte dentro del agua den

tro del mar dentro del Cantábrico

entrarte y hacer el amor de pie ba

jo las olas con la arena a los pies

 

 

otra vez lo intenté dentro de una

cama más estrecha que nosotros

dos juntos una camita como el

féretro de los amantes de César

Vallejo ¿recuerdas la canción que

les hizo Paco Ibáñez? pues recu

érda también esa cama estrechí

sima de un hostal asturiano lo ú

nico malo que nos ofrecieron en

todo ese viaje bueno lo intenté

 

 

vagábamos hastiados el uno del

otro por las carreteras cogíamos

autobuses para no mirarnos co

míamos deprisa yo dormía la sies

ta como siempre la he dormido y

tú no te quedabas para defender

me por si algún idiota de guardia

me quería despertar

 

 

                                  leíamos la

prensa como posesos por ver si

así salíamos el uno del otro nos

evitábamos para qué fuimos de

viaje así

 

 

              llorábamos llorábamos

pero eso era normal entre noso

tros hacía mucho tiempo que llo

rábamos el uno ante el otro el u

no con el otro el uno sin el otro

llorábamos también en Asturias

patria querida mientras a nues

tro alrededor la gente se lo pasa

ba pipa bebían sidra estupenda

comían pescados jugaban a los

bolos (también yo algunas veces)

llorábamos lloramos durante todo

ese absurdo viaje

 

 

                             una tarde harto

ya de todo te mandé a la porra pe

ro tú sola en Asturias no podías ir

te ni a la porra un rato y entonces

comprendí que así había sido nues

tra historia hasta ese día y que así

que así sería lo que quedara de

nuestra historia y así fue

 

                                            la vuel

ta fue aún peor que la ida la vuelta

fue un martirio terrible los dos tan

desunidos tan idos tan viajados el

infierno era ese viaje juntos ya lo

habíamos visitado pero nos queda

ba la famosa cueva de Covadonga

y hasta allí nos fuimos sin parar de

llover

 

 

          para qué haríamos aquél ab

surdo viaje qué mal nos queríamos

qué poco aprendimos a querernos

durante cinco seis nueve años qué

mal lo hicimos todo eso ya se ve

TÚNELES, 4: adormilado a este lado...

Túneles, 4

 

adormilado a este lado

de la lluvia otoñal del f

río de la vida enervant

e de la ciudad en el so

fá tendido escucho Lo

hengrin como siempre

lo escucho admirado y

absorto en el hilo de lu

z que permanentemen

te parece surgir de los

sonidos la magia de W

agner la grandísima in

teligencia de aquel mú

sico y el mundo pobla

dísimo de ideas de fig

uras de temas y motiv

os de voces más allá

de las voces la músic

a perfecta sobre la qu

e leo esta noche de oc

tubre en Cioran: No te

ner sino una meta, ser

más inútil que la músi

ca ¿no es acaso ella

un ninguna-parte sono

ro? cierto cierto pero a

mí Wagner me engaña

otra vez esta noche y

me hace creer que la

música de Lohengrin

es la música de un lug

ar y de un tiempo y me

gusta fundirme como u

n metal al rojo líquidísi

mamente adormilado a

este lado de la lluvia o

toñal Lohengrin Lohen

grin ven a rescatarme

a mí también no soy E

lsa no soy Sajonia no

 tengo nada contra los

húngar os no lucho no

me mata el deseo de p

oder pero tú Lohengrin

Lohengrin no necesita

s esas ni ninguna excu

sa para venir una y otr

a vez ven Lohengrin v

en ven ven Wagner te

hizo luminoso inmortal

¿acaso no es la músi

ca el lugar en el que p

asé mi niñez? ¿acaso

no es Lohengrin mi m

ejor hermano? ¿acas

o no estoy hecho de tu

misma luz? los hombr

es no saben ser inútile

s dice Cioran pero tú

y él y yo sabemos que

los niños sí

 

 

 

DESAHOGOS, 15: cuando te fuiste con o...

DESAHOGOS,

 

 

 

cuando te fuiste con o

tros porque también tú

te fuiste no me pareció

 mal ni me dolió ni nada

 por el estilo sólo me sor

prendió el tipo de gente

que solías elegir lo dis

tintos a mí que me pare

cían lo raros y curiosos

que todos ellos eran por

que acéptalo eran raros

y feos pero a mí eso no

me importaba ¡que no y

que no! era cosa tuya y

nada pues nada tú a lo

tuyo que yo no me me

tía en tus cosas tus gus

tos tus equivocaciones

tus rarezas tus fracasos

sólo tus ladillas me mo

les taron un poco aque

lla vez que lo hiciste con

ese anarquista que no

se lavaba ni siquiera el

 haba

AMORES Y RENCORES, 3: Tambores y campanas...

TAMBORES, CAMPANAS…

 

Resuenan los tambores

en mi corazón.

No me asustan.

Nunca me asustaron.

Tampoco las campanas.

¡Claro que no!

Tambores y campanas

encuentran siempre un eco

en mi corazón.

Lo que yo anhelo

es el sonido

del diapasón.

AMORES Y RENCORES, 2: Imprecaciones

IMPRECACIONES

 

I

 

¿Dónde estais

hermanas, hermanos, padre nutricio,

todos estos años?

(Mamá murió hace veintiocho años

y ha estado conmigo mucho más que cualquiera

de vosotros).

 

No me hableis de los recuerdos, los mimos, la caricias,

complicidades, sueños.

No de las confidencias, las risas, los regalos.

Sólo el silencio amarillo de las tardes,

noticias caducadas.

 

¿Dónde estaban las manos y las voces, las bocas

de las bocas (esos rasgos precisamente familiares),

¿Dónde la curva del tiempo, las señales?

No volvais a mencionar el aroma del cuero y del tabaco

en que os adormecíais arropados por voces susurrantes

femeninas y el percutir contínuo de los barítonos

de más edad

 

Dejasteis vuestras pequeñas pisadas en la orilla

desde la que Pedro el Cruel, a caballo,

espada en alto, amenaza eternamente al clero

personificado en el obispo talcual.

vuestro rastro de migas lleva directamente

al cuarto de los niños: mediaslunas de jamón de York

y mantequilla, o de chorizo de Pamplona

(y mantequilla).

¡No me hableis de la nata de las tazas

de ardiente chocolate, de aquellas bandejas

de churros! ¡No me hableis de la risa tonta,

de las narices marcadas, del bigote que queda,

ni mucho menos

de los feos cuadernos de deberes

que nos esperaban abiertos en casa!

¡No me digais otra vez que recordais

la santa paciencia de mamá!

¡Y sus tortillas francesas con azúcar!

 

¿Y tú? ¿Dónde tienes el botón de volver a ser padre?

¿Y tú? ¿No tienes un coche para darme una vuelta?

¿Y tú? ¿No has podido llevarme ni una vez al cine?

¿Y tú? ¿Me tenías que llamar para contarme todos

tus problemas y después colgar?

¿Y tú? ¿No podías abrazarme silenciosamente

sin poner en peligro tu identidad?

¿Y tú? ¿No puedes acercarte con bandera de paz?

¿Y tú? ¿No hay nada en el mundo fuera de tu mundo?

¿Y tú? ¿No tienes en tu casa una bolsa de té?

 

Pasan los años, las crisis, las angustias

y os manteneis a prudente distancia,

muy prudente, muy distancia,

muy distancia.

 

¿De qué me habeis hablado

durante tantos años, mientras estaba sano,

al hilo de las vidas de vosotros mismos y de la vida

de vuestros hijos y de la vida de tanta gente

más o menos importante que habeis conocido

por ahí?

 

¡De qué me habeis estado hablando

durante tantos años!

¡Dejad ya de agitar las manos

 y de sonreir!

 

II

 

¿Y vosotros, amigos de toda la vida?

¿Y vosotras, amigas, amantes,

buscadas con ahínco y con fe?

¿Dónde quedó vuestra compañía?

¿Os haceis compañía sin mí?

¿Acaso los años os han hecho amigos

 y amigas y amantes a mis espaldas?

¿Os mirais todo lo que no me veis?

¿Os decis todo lo que no me decís a mí?

¿Repetís las palabras que un día fueron mías

para endulzaros la vejez?

 

¡No me vengais con excusas! ¡No hay

excusas que valgan para vuestra dejadez!

 

¡Y yo, que os dediqué mis mejores momentos!

¡Y yo, que os animé cuando decíais, llorando,

que ya no lo podías resistir, cuando hicísteis

añicos las fotos más amadas, los muebles, los paisajes!

 Y cuando todos se os pusieron de espaldas,

¿quién paseó con vosotros por plazas

Yypaseos de la ciudad?

¿Quién os llevó a tomar cervezas, bocadillos,

ante las largas miradas de la envidia?

 

¡Ah, los viejos amigos cargados de canas!

¡Ah, las viejas amigas arrugadas!

¡Ah, los suspiros de todas las amantes

cuando sopla el viento!

Porque ya no estais.

No amais, ni acompañais, ni compartís.

 

¿Eran éstas de ahora las futuras alianzas

de nuestra juventud?

 

Habeis cambiado mucho.

Yo también he cambiado.

Yo también he cambiado.

 

He cambiado tanto que ya no marco

el número ni os llamo. Tanto he cambiado

que ya no espero la llamada esperada

durante tantos años. He llegado a la edad

del silencio a la fuerza, de la paz con pastillas,

del recuerdo fugaz de lo tantísmo

que quise quereros, de lo que quise creer

que algunos de vosotros me queríais,

que algunas de vosotras me habías llegado

a querer.

 

¡Borradme de las guías de vuestros móviles

y de vuestras viejas agendas de papel!

¡Borradme de vuestros recuerdos!

¡No quiero estar pegado a vuestra carne

como una pegatina desteñida!

 

¡No me negueis la negación que hicisteis

en cuanto enfermé! ¡La crucecita, la raya,

el paréntesis, la señal de peligro!

¡No afirmeis nada que os pueda

venir grande!

 

¡Y no hagais aspavientos!

¡No cabeceéis!

AMORES Y RENCORES, 1: Camaradas, no puedo más

Camaradas, no puedo más.

 

 

Camaradas,

vosotr@s,

Que sois generos@s

Y comprensiv@s

Con vuestra gente,

Seguramente

Me perdonais.

Pero yo estoy tan mal

Que no sé perdonarme

La debilidad.

Porque no puedo más.

 

Camaradas,

Si estuve con vosotr@s

En tantos otros tiempos,

¿cómo vivir ahora

En mi rincón de la pena,

Sin salir a luchar?

Porque no puedo más.

 

Camaradas,

¿cómo puedo pediros

Que comprendais

Mi silencio

De ahora?

Me tengo que apartar

Porque no puedo más.

 

Porque no puedo más.

 

TSC (TRABAJO, SALARIO Y CAPITAL), 7: (seguimos con la ...

TSC, 7

 

(seguimos con la

nota 11 del volum

en primero de los

Grundrisse de Ka

rl Marx su manus

crito de 1844-45)

 

en el sistema de

crédito la natura

leza enajenada

del hombre se a

firma doblement

e bajo la aparien

cia del supremo

reconocimiento

del hombre

 

1)

la oposición en

tre el capitalista

y el obrero entre

el capitalista gra

nde y el pequeñ

o se agrava ya

que el crédito no

es otorgado más

que a aquél que

ya posee y es p

ara el rico una

nueva ocasión

de acumulación

 

como el pobre

 ve toda su exis

tencia afirmada

o negada a volu

ntad del rico y s

egún el juicio co

ntingente de éste

piensa que toda

su existencia de

pende de esta o

portunidad

 

(continuará con

el 2) y el 3) que

hablan de hipoc

resía del hombr

e convertido en

falsa moneda d

e la desconfian

za mutua del E

stadoy aún de

más cosas inter

esantísimas)

¡ELÍ, ELÍ!, 8: ellas me ofrecen el agua bendita...

¡ELÍ, ELÍ!,

 

ellas me ofrecen el agua bendita

cada noche al final de los últimos

rezos no puedo negarme a tomar

la ni quiero santiguarme con ella

en mis dedos

 

pongo la mano en el pecho junto

al corazón y miro a esa mujer es

condida en su disfraz

 

ella me mira todas me miran con

curiosidad también con cariño

 

y yo permanezco ahí de pie con

la mano en el corazón y ellas me

miran serias ante mi misterio

 

esta noche ante sus miradas he

llorado y se han asustado y no

he podido dejar de llorar

 

al otro lado de los pasillos la noche

me ha engullido y con la noche los

sueños

TÚNELES, 3: estábamos allí e...

TÚNELES, 3

 

estábamos allí e

stábamos allí no

era falso el brillo

del agua no era

mentira el rumor

de los árboles no

inventábamos lo

s colores  del cie

lo estábamos all

í allí allí allí allí a

llí cuántas vidas

harían falta para

volver a estar all

í ante aquel espe

jo del mundo con

nosotros dentro