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javierdelgado

ESCRITURAS

DESAHOGOS, 14: cuando la me...

DESAHOGOS, 14

 

 

cuando la me

tí en aquel cu

lo tan liso y ta

n prieto de aq

uella jovencita

pequeña y tet

uda fui feliz fui

feliz fui muy fe

lizy ella tambi

én también ta

mbién cómo n

o iba a decírte

lo algo tan imp

ortante algo ta

n nuevo en mi

vida esa chica

ese culo ese n

uevo amor est

upendo más q

ue ningún otro

más que tu am

or cómo no de

círtelo hacerte

partícipe qué b

ruto que fui

FLORA ANTIGUA: BIBLIOGRAFÍA

FLORA ANTIGUA

 

Artículo publicado en "Artes & Letras" de Heraldo de Aragón el jueves 11 de diciembre de 2008

 

Para comprender los elementos vegetales representados en muchas obras de arte, incluso para utilizarlos a la hora de crear nuevas obras adecuadas a tiempo y lugar (pienso en la literatura, pero también en decorados de cine y otros muchos ejemplos) hay que proveerse de bibliografía especializada en plantas autóctonas de Grecia, Roma, territorios bíblicos, etcétera. No sirven sólo las obras de los sabios de la Antigüedad clásica (Columela, Dioscórides, Hipócrates, Palladio, Plinio, Teofrastro, Virgilio…). Por cierto, de Palladio hay una estupenda edición que intenta establecer el texto aragonés del ’Libro de Paladio’ tal como lo escribió Ferrer Sayol en 1385 (ed. de Thomas M. Campuano, Madison, 1990). No bastan los textos de aquellos sabios, aunque son necesarios. Necesitamos también obras de referencia, guías botánicas como la de Hellmut Baumann ‘Greek Wild Fowers and plant lore in ancient Greece’, translated and augmented by William T. Strearn and Eldwyth Ruth Stearn (The Herbert Press, 1993) para la Grecia Antigua o la de Michael Zohary ‘Plants of the Bible’ (Cambridge University, 1982) para la Palestina bíblica. También nos interesan obras del tipo de la de Hipólito B. Riesco Alvarez ‘Elementos líticos y arbóreos en la religión romana’ (Universidad de León, 1993) o la de Marcel Detienne ‘Los jardines de Adonis. La mitología griega de los aromas” (Akal, 1996). Últimamente lo paso muy bien estudiando el grueso tomo de Guy Ducourthial ‘Flore magique et astrologique de l’Antiquité’ (Belin, 2003), en el que a los elementos puramente botánicos se añaden interesantísimos datos (bien citados) sobre el uso mágico y astrológico de las plantas. La Botánica debería ser asignatura obligatoria desde los siete al los diecisiete años. Pero apenas se le dedica un rato. Y así nos va.

 

 

 

 

DESAHOGOS, 13: reputada reputada ya eres una re...

DESAHOGOS, 13

 

reputada reputada ya eres una re

putada científica modérnica femí

nica españólica pero no se te ve

mucho el pelo ese pelo precioso

negrísimo abundante una verda

dera mata de buenísimo pelo qu

e durante años recogíste en una

 cola de caballo tentación com

pleta

 

reputada reputada para reputada

la que me hiciste a mí

DESAHOGOS, 12: se han abierto las ventanas y las puertas...

 

DESAHOGOS,

 

 

 

se han abierto las ventanas y las puertas

una corriente de aire se ha llevado lo pues

to y lo compuesto los madres y las padres

hermanas y hermanos sobrinos y tías abue

los nietos parientes y contraparientes todo

el mundo interior se lo ha llevado al exterior

unviento huracanado un terremoto una ca

tástrofe planetaria una tempestad en un va

so de agua como son todas las tempestades

emocionales subjetivas afectivas las peores

sin duda de la historia de las catástrofes per

sonales

 

 

              se han abierto las ventanas y los

golpes han sido como una señal y enton

ces las paredes los suelos los techos y to

do lo que había en ellos y entre ellos bajo

ellos sobre ellos se ha puesto en danza

por así decirlo se ha lanzado al abismo del

 recuerdo

 

 

                  aquel cartel con Gramsci que veí

amos desde la cama cuando después de ha

cer el amor fumábamos unidos por el placer

y el humo de los cigarrillos

 

                                             aquel flexo bri

llante metálico encandescente aquel asom

broso flexo que daba más calor que el radia

dor eléctrico del cuarto

 

                                      aquel atril en el que

tantas páginas serían subrayadas a través

de los años

 

                     aquellas tazas de cerámica de

Muel llenas de lápices bolígrafos y plumas

estilográficas

 

                       aquel montón de libros coloca

dos directamente sobre el suelo como libros

chinos de una pequeña biblioteca de Babel

 

cuando te marchaste coserías a unas telas

bonitas un precioso bordado con lo que pu

de fabricar cortinas unas cortinas que tami

zaban la luz como pueden las lágrimas del

llanto tamizarla

 

 

                           cuando te marchaste pusi

mos dos macetas con sus plantas dentro y

yo pensé que las plantas morirían antes o

al mismo tiempo que nuestra historia de a

mor

 

 

          cuando te marchaste ya no tuve que

ocultar poemas nocturnos en los que habla

ba de otras muchachas sus pechos sus bo

cas sus abrazos

 

 

                          pero es que cuando te mar

chaste se abrieron las ventanas y las puer

tas una corriente de aire se llevó lo puesto

y lo compuesto el mundo interior lo llevó al

exterior un viento huracanado un terremoto

una catástrofe planetaria una tempestad en

 un vaso de agua como son todas las tem

pestades emocionales subjetivas afectivas

 las peores sin duda de la historia de las ca

tástrofes personales

TSC (TRABAJO, SALARIO Y CAPITAL), 6: en el sistema del cré...

TSC, 6

 

en el sistema del cré

dito no es el dinero lo

que se elimina es el

hombre mismo que se

convierte en dinero

en otros términos el

diinero se incorpora

al hombre la individua

lidad y la moral huma

na devienen artículos

de comercio y la sus

tancia del dinero el lu

gar de dinero de pa

pel es mi propia exis

tencia mi carne y mi

sangre mi virtud y mi

reputación sociales lo

que son la materia y

el cuerpo del espíritu-

dinero el crédito con

figura el valor venal

no en el dinero sino

en la carne humana

en el corazón huma

no así es como todos

los progresos repre

sentan  en el seno de

este sistema traidor

otras tantas regresio

nes y abyecciones

 

(ahora que los tiem

pos son de menos

crédito de ningún cré

dito incluso entre quie

nes dan los créditos

se ve a las clarísimas

hasta qué punto pue

den llegar las regre

siones las abyeccio

nes de las que habla

ba Marx la carne hu

mana ya no merece

crédito el corazón del

hombre nada vale al

menor postor al impos

tor a la mano invisi

ble del mercado al pi

rata instalado en el

sistema más malo a

ún peor

TÚNELES, 2: en mil novecientos cincuenta y...

 

TÚNELES, 2

 

 

en mil novecientos cincuenta y

dos ya estaba Glenn Gould

grabando la Klaviersonate

número 19, opus 49,1 de

Beethoven y muchas otras

obras para piano del mismo

señor ¡y yo aún tardaría un

año en nacer! ¿O estaba ya

en el vientre de mi madre?

me divierte pensar que

mientras yo crecía como

un bicho en la tripa de otro

bicho (más amable) un bicho

hecho y contraecho como él,

a sus veinte años Glenn

Gould de mis amores

auditivos, estaba encerrado

con sus pianos y su silla

especial haciendo dedos a

todas horas con esas

partituras de Beethoven

 

 

ahora puedo escucharle

nueve conciertos por once

euros y medio gracias a

los avances de la técnica

de grabar y a los caprichos

del mercado el mismo

mercado que mueven ahora

 quienes echan a la calle

a tres millones de parados

en España y ni te cuento

a cuántos millones en

todo el mundo sacudido

por la crisis económica

más grave (dicen) de los

últimos sesenta años,

los mismos que hace

que Glenn Gould grabó

estas maravillosas obras

con sus prodigiosas

manos que nunca pararon

 

 

me molesta pensar que

mientras escucho estos

discos hay un patrón

tachando de su lista de

trabajo a miles de peones

que le han hecho rico

y que acaso de fondo

en la oficina tiene un

aparato en el que al

mismo tiempo que yo

ha puesto el cedé de

Glenn Gould de estos

conciertos de piano

 

esta tarde magnífica

de invierno con el sol

descendiendo al ritmo

de Beethoven al ritmo

de Glenn Gould

TSC (TRABAJO, SALARIO Y CAPITAL), 5: él crédito es el jui...

TSC,

 

 

el crétido es el jui

cio económico ex

presado sobre la

moralidad de un

hombre

 

en el crédito en

lugar del metal

y del papel es el

hombre mismo

quien deviene

el intermediario

del cambio natu

ralmente no co

mo hombre sino

como existencia

de un capital e

intereses

 

desde ese momen

to el medio de cam

bio al abandonar

su forma material

sin duda retorna al

hombre y se reins

tala en él pero es

únicamente por

que el hombre ha

devenido exterior

a sí mismo y ha de

venido por sí mis

mo una forma material

 

(seguimos en la no

ta 11 del volumen 1

de los “Grundisse” de

Marx

aún quedan en e

sa nota dos o

tres cosas más

que merece la

pena recordar)

DESAHOGOS, 11: eras muy feminis...

DESAHOGOS, 11: eras muy feminis...

desahogos, 11

 

 

eras muy feminis

ta muy feminista tan

to que no podías ya

follar conmigo me di

jiste así como suena

lo de follar es posible

que lo ponga yo pe

ro el mensaje lo en

tendí perfectamente

segurísimo que sí

así que tu feminis

mo de pronto me ha

bía convertido en tu

enemigo de género ya

que no de clase ni de

número aunque tal vez

de persona segura

mente pasó eso aun

que tú no dijiste real

mente una cosa así

sino que tu feminis

mo te estaba difi

cultando mucho la

relación con un hom

bre un hombre como

yo que había sido

durante cinco años

tu novio declarado y

declarante tu compa

ñero tu amor y qué

sé yo ahora en esa

otra ciudad a la que

fuiste habías descu

bierto que serías

más tú misma sin

mí sin mi compañía

y sin mi amor deses

peradico me dejó a

quello que dijiste

corrígeme si no fue

más o menos eso

lo que me dijiste

si no fue más más que

menos eso lo que

quisiste decir(me)

pero la cosa no

acabó así porque

poco después tuvis

te la necesidad de

confesarme (perdo

na la expresión) que tu

 jefe y tú que tú y

tu jefe vamos que

te habías liado

con tu jefe de allí

que follabas con él

desde hacía ya un

tiempo y que tal y

que cual y que te sen

tías por eso no

sé si por más cosas

muy mal requetemal

pero qué cosas pa

san en la vida ta

rarí que te ví

 

               pese a todo

seguimos muy bien

conectados bastan

tes años teniendo

una gran relación

epistolar tele

fónica y presencial

(podría decirse)

y eso sí cada vez

que yo conocía a u

na chica y me ilusio

naba estabas aquí

con tu grave proble

ma de siempre con tu

duda infinita so

bre ti sobre mí so

bre tu feminismo y

sobre ser tú misma

conmigo ni sin mí

porque con tu jefe

seguías teniendo

muy distintas dudas

que no voy a poner

aquí

 

         hasta que un

buen día (es un decir)

me dijiste que no

me querías y ahí

no acabó todo

 

                         se

guramente debi

do a estos detalles y

a otros que ya re

cordaré necesi

té muchos años pa

ra digerir para

digerir y aún pa

sados casi treinta

(como en otro po

ema de este mis

mo libro te recuer

do) aún pasados

casi treinta años

no he conseguido

digerir en estos

versos está la pru

eba ¿fehaciente?

la prueba que a

caso en tu mismísi

ma mismedad de ti

misma muy tú mis

ma te haga reir te

haga reir te haga

reir

     

          algo habrías

ganado (a mi cos

ta) con todo esto y

con estos versos tam

bién

TÚNELES, 1 : me devoraban...

TÚNELES

 

 

1

 

me devoraban

de pies a cabeza

me convertían en nada

dentro de la nada

me inmovilizaban

hasta que conseguía

decir ¡mamá! ¡mamá!

sin gritar musitando

y luego era esperar y volver

a decir ¡mamá! ¡mamá!

y luego era escuchar las

zapatillas del padre avanzar

por el largo pasillo

y desear no haber llamado

no haber despertado

no haber tenido miedo

no haber soñado nada

y desear sobre todo

no ver la luz hiriente

de la mesilla en el rostro

encendido del padre

ni oir su voz nocturna

ni oler su enfado

en todas las rayas

de su pijama.

DESAHOGOS, 10: eras muy jo...

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

DESAHOGOS, 10

 

eras muy jo

ven las tetas

te colgaban

las piernas las

tenías gor

das tus tres her

manas tres te

lo hacían sa

ver desde muy

ni

ña

 

me parecí

as la chica

más bonita

más lista lue

go supe que

no eras dulce

no eras dulce

no

 

tenías u

na nariz de

porrón una

piel blancacon

pecas un pe

lo negro co

mo el azaba

che y unos o

jos verdes que

hacían so

ñar

 

 

comenzaste a

decir quiero

morirme quie

ro morirme

y se acabó

la alegría

de mi cora

zón yo te de

cía te quie

ro toda te

quiero to

da

 

 

ese fue nues

tro comienzo

en el amor

en el amor

mi comienzo

ilusiona

do el tuyo qué

yo

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¡ELÍ, ELÍ!, 6: en mi cuaderno escribí ¿por qué no?...

6

 

en mi cuaderno escribí ¿por qué no?

fue una mañana o una tarde o caso u

na noche da igual porque lo mismo

hubiera sido estaba en un convento

de monjas pero esto no sé si da igual

porque no se si hubiera estado pensan

do en lo mismo de la misma forma el

cuaderno sí que lo hubiera escrito por

que suelo llevarlos cuando voy por ahí

de viaje o de veraneo de vacaciones o

de trabajo (es un decir) el caso es que

el cuaderno seguro que hubiera podido

ser el mismo porque siempre uso el mis

mo tipo de cuadernos que compro en la

papelería imprenta Gambón de la calle

Zurita de la Inmortal porque allí los encu

entro si no siempre casi siempre a mi gus

to a mi necesidad a mi precio asequible

a hojas de mis rayas  y a mis tapas duras

el cuaderno en fin aquel cuaderno era un

cuaderno de los míos no sé cómo decir

 

por eso entre otras cosas sé de cierto que

aquel cuaderno es mío y está escrito con

mi misma letra de entonces que no es exac

tamente mi misma letra de ahora mismo des

pués de tanto teclado de ordenador al día y

de tan poca escritura como quien dice a mano

(aunque no escriba con los pies en el ordena

dor)

 

con esa letra mía de aquel año septiembre del

mil novecientos noventa y dos escribí mi parti

cular descubrimiento de mi América mis Indias

mi nuevo continente ya tan viejo como todos los

demás pero sólo en su propia memoria todavía

desconocida y aún no saqueada esquilmada ta

chada y etcéteras que se hicieron y que ahora

no es cuestión de repetir es de mal gusto aque

llo el Imperio (ya era un Imperio hacia Dios para

ellos cómo no cómo no)

 

el caso es que una tarde ¿o fue una mañana o a

caso era de noche? de septiembre me había sen

tado a la mesa de la celda que parecía más bien

una simple habitación con cama mesa, sillas y ar

mario además de un lavabo que le daba el toque

necesario para llegar a celda pero de convento en

la cárcel las habitaciones pueden tener incluso un

agujero para esas cosas un agujero infecto que hay

que desinfectar continuamente porque se infecta ca

da dos por tres en nuestra casa no sé si sería tan in

feccioso como lo es en la cárcel el caso es que las

celdas de los conventos tienen lavabo con pileta gri

fos repisita y espejo (no todos: tampoco conozco mu

chos conventos, ¿dos o tres?) no sé si en algún con

vento hacen las celdas con agujero para esas otras

cosas ya saben a qué me refiero ¿no?

 

me estoy dando cuenta perfectamente de que demoro el asunto

y de que voy cubriendo cada vez más espacio de la página la pan

talla el espacio en general el mundo mismísimo entero con mis ver

sos y no sé si es por el asunto por el fondo que dicen o será por la

forma

 

esta invasión de líneas con versos tan larguísimos no puede ser sino un fenómeno debido a la narratividad fenómeno antiguo como la poesía misma y sin embargo no suficientemente observado ni estudiado ni aprovechado al menos tanto como a mí me parece conveniente y estimulante pero no es de la narratividad de lo que quiero escribir en este poema (ya no sé si lo es) pero el ojo me dice que ahora es el programa Microsoft Word (lo pone en la barrita de debajo de la pantalla, junto a un dibujito de un folio con la W ocupando casi todo el espacio de ese folio, un folio además en el que se han dibujado unas líneas triangulares en el extremo superior derecha como haciendo ver que se trata de un folio con doblez señal o similares un doble que yo no haría en un folio por nada del mundo hasta ahí podríamos llegar pero así lo sugiere) el programa Microsoft Word que como comencé a escribir más arriba se dedica ahora por sí mismo a cortar las líneas cuando le parece bien (en realidad se trata de otro fetichismo de la mercancía una objetivación virtual y alienada de una orden que hace mucho tiempo le dí yo: comienza por quí acaba por acá) de qué iba el Microsoft Word a saber por dónde cortar las líneas (aunque por supuesto sí sabría: si no le digo nada él decide por su cuenta y riesgo – es una forma de expresarlo de nuevo una convención no del todo solamente lingüística porque también contribuye a mantener la idea la noción de personalidad criterio existencia autónoma de lo que no es sino resultado de una programación de un señor (o señora) programador (o programadora: pero creo que en el caso de Microsoft Word se trató de un señor muy masculino vease si no el nombre que le puso al programa una chica nunca hubiera elegido esas dos palabras terminadas en dental una oclusiva sorda y otra oclusiva sonora de qué hombre de Dios de qué)

 

ahora que digo escribo

Dios

me acuerdo de que to

do esto comenzó en la

noche (vamos a dejarlo

así) en la que sentado a

la mesa de ¿mi? celda

de un convento de mon

jas escribí en mi cuader

no ¿por qué no?

pero se ha hecho un po

co tarde para contarlo a

hora completamente aq

TSC (TRABAJO, SALARIO Y CAPITAL),4 el sistema de crédito cuya for...

4 el sistema de crédito

   según Marx

 

1)

 

el sistema de crédito cuya for

ma más perfeccionada es el sis

tema bancario produce la impre

sión de que el poder material de

otro queda roto la relación de au

to-alienación abolida y el hombre

capacitado para reanudar sus re

laciones humanas con los demás

 

deslumbrados por esta aparien

cia los saint-simonianos conside

ran el desarrollo del dinero, las

letras de cambio, los billetes de

banco los reperesantes en papel

del dinero el crédito y el sistema

bancario como la progresiva aboli

ción de la separación entre el hom

bre y los objetos entre el capital y

el trabajo la  propiedad privada y el

dinero el hombre y el dinero, entre

el hombre y el hombre su ideal es

por tanto el sistema bancario

 

en realidad esta supresión de la alie

nación el regreso del hombre a sí mis

mo y por tanto a los demás no es más

que pura ilusión y en el fondo una alie

nación y una deshumanización tanto

más infames y más rigurosas cuanto

que su objeto no es ya la mercancía

el metal el papel sino la vida moral so

cial la intimidad y el corazón del hom

bre esa apaarente confianza en el hom

bre encubre una gigantesca desconfian

za y la total enajenación

 

esto puede leerse en letra muy pequeña

en la nota 11 de la edición españo

la de los Grundrisse, en la que se copia

un texto de los cuadernos de lectura de

Marx entre 1844-1845 sobre los bancos

 

los equivocadísimos saint-simonianos

por entonces aún no se habían  entera

do de todo lo que Marx les tenía prepara

do

 

cuando se enteraron no cejaron en su em

peño (¡empeño!) pero para entonces Marx

ya sabía mucho más de economía política

incluso de política y se dedicaba a meter ca

ña a los verdaderos enemigos del proletaria

do

 

que son

el mundo

el demonio

y la carne (de caballo)

 

TSC (TRABAJO, SALARIO Y CAPITAL), 3: la perspectiva ofre...

TSC, 3

 

 

la perspectiva ofre

cida por los precios

corrientes relativa a

la producción y al co

mercio globales mu

estra muy bien hasta

qué punto los indivi

duos se encuentran

ante sus propios cam

bios y su propia pro

ducción como ante u

na relación objetiva

a la cual no les une

ningún lazo real

 

en el mercado mun

dial la conexión entre el

individuo y el conjunto

así como la independen

cia de esta conexión res

pecto a los individuos

han  alcanzado un grado

tal que su estructura con

tiene ya las condiciones

de su superación

 

esto ya es un poquito

más difícil de entender

si no se ha leído tres ve

ces el tomo primero de

El Capital

 

explicatio publicatio cortatio palabratio silabatio poematios (por si aclara las intenciones del autor)

 

pregunta

(o excusatio no petita):

 

por qué corto las pala

bras en medio de algu

nas sílabas:

 

algunas respuestas inmediatas

de tarifa plana:

 

porque me parece que creemos que sabemos leer y ya no leemos lo que leemos sino lo que queremos leer

 

porque me da la gana

 

porque a lo mejor si se cortan las palabras sangran

 

porque las palabras se están haciendo mucho mal saliendo todas tantas veces en tantos sitios puestas unas junto a otras como si no tuvieran problemas

 

hay más respuestas

pero no hay más ganas

explicatio publicatio silabatio cortatio en poematios

(por si aclara las intenciones del autor)

 

 

TSC (TRABAJO, SALARIO Y CAPITAL), 2: si la socie..

TSC, 2

 

si la socie

dad tal como está con

figurada no contu

viera en estado laten

te condiciones ma

teriales de produc

ción y de circula

ción favorables al es

tablecimiento de u

na

sociedad sin clases

todas las tenta

tivas recoluciona

rias no pasarían de

ser actitudes quijo

tescas

puede leerse

en la p.54 de la edi

ción española de

Los Fun

damentos de la Crí

tica de la Economí

a Política del señor

Carlos Marx

para qué decir

más más para

qué si ahí está la cla

ve del asunto si e

so es todo lo que im

porta saber

llegarlo a sa

ber

¡ELÍ, ELÍ!, 5: en el silencio de todo en...

¡ELÍ, ELÍ!,

 

en el silencio de todo en

el silencio de todo en el

silencio de todo en el si

lencio de todo en el silen

cio de todo en el silencio

de todo en el silencio de

todo en el silencio de to

do en el silencio de todo

TSC (TRABAJO, SALARIO Y CAPITAL), 1: como a...

TSC (TRABAJO, SALARIO Y CAPITAL), 1

 

como a

quella trinidad de la familia

la propiedad privada y el estado

esta otra del trabajo el salario y el

capital pone a cada cosa en su sitio

en su bolsillo en su capítulo en su co

lumna en su nicho como tiene que ser

 

traba

jo salario y capital y por mucha

Internet y por mucha telefonía incluída

la móvil no hay capital que valga que

no necesite al menos un poquico de

trabajo para realizar sus sueños de oro

sus sueños de titán(io)

 

no hay ca

pital sin familia de ca

pitalistas sin propiedad privada de

capitalistas y sin sin estado de capi

talistas que lo haga valer no hay capital

que valga no hay capital sin ismo no hay

capital ay sí hay capital

 

 

DESAHOGOS, 9: a las diez de la noche como una ceni...

a las diez de la noche como una ceni

cienta cambiabas la cabeza por una zapa

tilla y desaparecías al otro lado de las

puertas de cristal de tu portal y tal y tal

y tal

 

a las diez y diez te llamaba por teléfono

para decirte lo que yo te quería y lo que

yo te quería y lo que yo te quería porque

a las diez y un minuto no te lo había podi

do decir

JOSÉ ANTONIO LABORDETA

JOSÉ ANTONIO LABORDETA

 

Artículo publicado en "Artes & Letras" de Heraldo de Aragón el jueves 4 de diciembre de 2008

 

Si se quieren banderas, mírense los ojos de quienes nos rodean; si escudos, mírense sus manos. Si alguien necesita, es un decir, estados, naciones, nacionalidades, regiones o cualesquiera territorios acotados y estatutados, abrácese a la ciudadana o al ciudadano que encuentre más cerca. Si, en fin, la necesidad de símbolos políticos (o de cualquier otro tipo) se hace tan acuciante que no puede pasarse un solo instante sin ellos, mírese fíjamente a los hombres y mujeres de nuestra tierra o, en su defecto (¡raro defecto donde siempre hay alguien!), a cualquier ser humano de los que pueblan este planeta. Eso aprendimos hace ya mucho tiempo en los versos y las líneas de José Antonio Labordeta. Tan es así que lo escribe, que lo dice y que lo canta, que a sí mismo se ha dejado convertir en símbolo y a todo el mundo (no sólo al mundo de Aragón) nos ha parecido bien, perfectamente bien, y no hay equivocación que valga donde tantos juntos aciertan. Escuchamos sus canciones al viento cuando el silencio arreciaba sobre nuestras cabezas. Nos llegó su llamada jovial cuando la máscara trágica de la vida parecía más seria. Recibimos una y otra vez sus convocatorias universales, por deber y por amor reunidos, concertados en cantos de asamblea. Todo esto se recoge y se expande, se ilustra y se celebra en el libro “José Antonio Labordeta. Creación, compromiso, memoria”, coordinado por Javier Aguirre Santos (Rolde, 2008). Se trata de un libro magnífico, seguramente ya “el libro” sobre José Antonio Labordeta. ¡Enhorabuena! Y sobre todo, ¡gracias! Por habernos devuelto la memoria de tantos momentos que almacena la memoria colectiva de un ciudadano José Antonio Labordeta que ya nos contiene y nos contenta, continente y contenido él ya, mucho más que un cantante, mucho más que un poeta.

¡ELÍ, ELÍ!, 4: un amigo de infancia

¡ELÍ, ELÍ!, 4

 

un amigo de infancia

me puso una estampita

delante de los ojos no

entendí su propósito no

entendí su regalo no

entendí su sonrisa

no entendí nada esa

mañana que había co

menzado con Dios en

la cabeza y ahora la ter

minaba con un cabreo

de todos los demonios

qué país qué país qué

educación de habas qué

demócratas tan fascistas

qué mala sangre bajo las

sonrisas y la estampita ni

siquiera era de mi santo

san francisco javier patrón

de las misiones y de la

navarra de mi abuelo y de

mi madre nada de nada

qué mala baba mi amigo

esa mala mañana ya se vé

y a él qué le importaba si

yo estaba contento con mi

Dios sin meterme con nadie

sin meterme fraile cristiano

ni monje budista sin ponerme

un punto rojo en la frente ni

una cruz en el pecho ni un

gorrito en la nuca ni un tur

bante ni me dejé barbas

ni me corté el pelo al

cero ni andaba gritando ay

ay ay de los pecadores del

mundo arrepentíos arrepen

tíos y todas esas cosas tan

ridículas que había visto en

los libros, en las películas si

a mí no me importaba espe

cialmente lo que cada cual

llevara en su cabeza o en sus

cojones del alma yo solamen

te andaba con mi Dios recupe

rado mi Dios musical geomé

trico y humano mi Dios emo

cionante aquel Dios al que ha

cía unos días había dicho que