FRANCO, ASESINO
A PROPÓSITO DE LA EXPOSICIÓN "PAISAJES PARA DESPUÉS DE UNA GUERRA" QUE SE MUESTRA EN EL PALACIO DE SÁSTAGO
Una definición bastante contundente de Franco la daba una canción en que se decía: “Franco, cabrón, / asesino de mujeres y niños / del pueblo español…” El caso es que la frase se quedaba corta porque aquel asesino no se cargó solamente a mujeres y niños sino también a hombres, muchos hombres; y no sólo a hombres del bando de sus adversarios sino también a cientos de miles de hombres que seguían sus órdenes. No tuvo ningún problema en sacrificar a estos últimos en pro de una campaña militar concebida como larga tarea de exterminio y destrucción. Franco no quería ganar rápidamente una guerra, sino acabar lentamente con varias generaciones de españoles. Grandes batallas como la batalla del Ebro fueron diseñadas por él de tal forma que murieran el mayor número de contendientes, también de los que batallaban a su mando.Así que cuando ves la exposición “Paisajes para después de una guerra” sobre regiones devastadas en la guerra civil (en este caso, en Aragón) y las tareas de restauración e incluso reinvención de pueblos enteros anteriormente reducidos a ruinas y oyes aquellas voces de la propaganda franquista y ves aquellas fotos de la propaganda franquista se te revuelve el estómago y se te rebrincan los cojones del alma. Deseas que sea ése el efecto que produzca la exposición en quienes entren en el Palacio de Vástago a ver qué es eso que se ofrece a la vista, que haya escándalo en sus ojos cuando vean a las claras la cara de la iniquidad, del cinismo y de a vesania de un asesino con mando en plaza que acabó quedándose con el mando y con la plaza a fuerza de asesinar y asesinar y asesinar.
Realmente resulta educativa la exposición. No es cierto que parezca presentarse a honra y prez de aquel asesino implacable. Otra cosa es que la presentación los proyectos urbanísticos y arquitectónicos de aquellos años en esas regiones devastadas sea todo lo digna que aquellos proyectos merecen, que lo merecen. Nacieron de la muerte y de la miseria, se construyeron a lomos de prisioneros de guerra, verdaderos esclavos del régimen, pero hay que atender al planteamiento concreto de quienes diseñaron casas, barrios, plazas, edificios oficiales… Y si la destrucción se acometió con saña militar la construcción se hizo en ocasiones incluso con delicadeza y el resultado a veces fue muy aceptable.
Hay muchas cosas a la vez en esa exposición y hay que verlas todas, intentar verlas todas por encima del rechazo que las voces y las imágenes más directamente agresivas del fascismo triunfante nos producen. Creo que los profesores Carlos Forcadell y Alberto Sabio han hecho una selección muy inteligente de materiales y que su propuesta es altamente inquietante para cualquiera que sepa escuchar y mirar. Los textos del excelente catálogo dan una información perfectamente comprensible sobre el asunto.
Por eso me parece rearo que muchas personas, incluso algunos arquitectos, me hayan hablado de la exposición con actitud contraria, señalándola como “propaganda franquista”. No sé si la han visto detenidamente ni si sus razones para tal rechazo tienen un argumento atendible: me gustaría escucharlo. Porque se da el caso de que en los próximos tiempos vamos a recibir propuestas de visiones de la guerra civil, de la posguerra, de la lucha clandestina de la oposición, etc., cada vez más numerosas y dispares y, esperemos, cada vez más “profesionales” en el sentido de que sus planteamientos surgirán, en general, de concepto, metodología y práctica historiográfica más o menos discutibles pero apoyados en líneas de trabajo seriamente asentadas. Que a la vez se sucedan otras exposiciones y divulgaciones y acciones en las que prime lo personal y subjetivo, la intencionalidad concreta de tal o cual persona o colectivo es bueno y respetable y sobre todo emocionante y justo. Pero habrán de coexistir unas y otras. Afortunadamente, ya está este país en condiciones de digerir muy diversas formas de expresión del interés por el pasado. Ese pasado del que hasta hace pocos años sólo podían hablar los vencedores de la guerra civil y en los términos que les permitiera la censura de ese Franco cabrón asesino de mujeres y niños del pueblo español.
9 comentarios
Pepe -
Enrique J. -
Creo que Franco, por encima de tantas cosas, era un ladrón. A mí y a toda mi generación nos robó la infancia, la juventud, la libertad, la cultura, la felicidad... ¿qué más se puede decir de él?
Diana -
Esta es toda mi opinión, aunque hay muchos otros factores que me gustaría comentar ya para acabar; las mujeres fueron unas de las víctimas que más sufrieron durante la dictadura; yo que soy mujer no puedo aguantar pensar que hubo tanto machismo y discriminación... las mujeres son otras grandes luchadoras por el cambio y la igualdad.
Un saludo a todos aquellos que reflexionan estas cosas y no se dejan llevar por los falsos e ignorantes seguidores del Mayor Asesino del siglo XX en España.
antifa -
ANTONIO JOSE -
ian -
maria jesus -
javier delgado -
Anónimo -
Tus \"Jardines cercanos\" son estupendos. Los leo con fruición y los recorto.
Lo que me más me gusta del suplemento cada jueves.
Has tenido una gran idea: son artículos para coleccionar.