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javierdelgado

NINGUNA OBSESIÓN. NON CUNDA EL PÁNICO...

NINGUNA OBSESIÓN. NON CUNDA EL PÁNICO...

 Si se sabe la estructura del genoma, ¿cómo no vamos a saber mucho más fácilmente la estructura de toda esta red de negocios de partidos políticos?

Les aseguro que entre todas las patías que padezco no está la de la obsesión por el asunto de los negocios más o menos defendibles (???!!!) del PCE y en general de los partidos políticos. Lo que ocurre es que llegadas las cosas hasta donde parecen haber llegado (al menso por lo que ha llegado - valga la redundancia- a la prensa de casi todo este país) me parece imposible moralmente no intervenir a título personal en el asunto. Escribir en un blog no me obliga a hacerlo pero tampoco me da derecho a callar cosas así, que afectan a tantas personas que no merecen verse metidas en un pantano como ese de las constructoras, etc. No pretendo saber más que nadie, porque no es verdad. (Me gustaría saber quién o quíénes saben más que nadie sobre este feo asunto). Tampoco pretendo dármelas de valiente, ni de listo, ni de tal ni de cual. Mi blog puede albergar poemas y confesiones personales y estudios científicos y más de tros o cuatro bobadas para intentar hacer reir. Pero también es un blog solidario con lo que les ocurre a muchas personas por culpa de augunas personas que nunca deberían haberles hecho daño alguno. Milité unos veinticinco años en el PCE, unos diez en CCOO, unos diez en IU, uno en NI (y no me fui al PSOE como hicieron casi todos los dirigentes de esa tendencia en IU): me quedé en la calle y en casa, intentando comprender qué habíamos hecho tan mal entre todos en la izquierda para que las cosas siguieran siendo tan desesperantemente contrarias al interés de la mayoría trabajadora. Y de pronto comenzó a escucharse un rumor sobre perras raras del PCE, negocios extraños del PCE, luchas duras entre gentes del PCE o exPCE, más conexiones con gentes de CCOO, UGT, PSOE e incluso PP y aquí PAR y CHA, toda una ensalada de gente diversa dedicada a negocios conectados, inversiones conjuntas, créditos comunes o repartos de suelo edificable, etc., al tiempo que iban surgiendo noticias sobre planes urbanísticos de tal o cual municipio (el de Zaragoza, sin ir ´más lejos; pero también otros lejanos de Zaragoza) en los que había, al parecer, contactos, conciertos, negociaciones, acuerdos, lo que sea como se llamen los hechos que explican los hechos más visibles de la actividad empresarial del ramo de la construcción. Y entonces ese asunto, del que llegaban voces cada vez más cercanas y cada vez más alarmadas y alarmantes, pasó a ser uno de los asuntos sobre los que convenía informarse y reflexionar. La pregunta es hasta qué punto este tipo de actividades no han generado y establecido redes de "sottopotere", de poder en la sombra, de redes de tipo más o menos mafioso incardinadas en la actividad llamada política, especialmente en la actividad de los cargos públicos de las entidades locales. Hay más preguntas, que iremos viendo en próximas entregas, al ritmo que me parezca conveniente. Pero no es obsesión, se lo aseguro. Quienes sí parecen estar un poco obsesionados con el asunto son las personas que viven en y de tales empresas financieras, constructoras, etc., al menos les obsesiona el hecho de que algunos de biografías y dedicaciones muy alejadas de las suyas nos interesemos y nos informemos sobre el particular; incluso nos atrevamos a opinar con cierta rapidez (que no es tal, pues ya en 1996 algunos lanzamos la voz de alarma al respecto en la organización aragonesa de IU y hay hemerotecas para verlo). Pues eso. Nada de obsesiones. Y que cada cual aguante su vela. Si en este blog se me deslizan expresiones fuertes contra esas activudades y quienes las desarrollan se debe a un ligero cabreo que seguramente le resultará comprensible a más de un@, dada la historia de este país y de la izquierda de este país en los últimos cincuenta años (por lo menos). Hasta otra.

1 comentario

Tremisis -

Javier, ánimo y p'alante.
Te escribo por que he visto en una tienda de la calle Arquitecto Magdalena una mesa que es una "piedra dura" como los frontales de altar que has estudiado en ocasiones, y que la tienen expuesta curiosamente con tu libro "Jardín cerrado..." encima. Al menos, curioso...