ENTREVISTA AL PINTOR VICENTE PASCUAL RODRIGO, II: LA BÚSQUEDA DE UNA IDENTIDAD...
De "Las 100 Vistas del Monte interior"
Continuamos la entrevista-conversación con el Pintor Vicente Pascual Rodrigo. Ésta es su contestación a mi segunda pregunta, que él mismo resume así:
Javier Delgado
Si te parece bien, me gustaría que contaras cuándo comenzaste a pensar en la pintura como ahora lo haces y qué referencias concretas te llevaron de la mano al comienzo del camino.
Vicente Pascual
No sé, pero creo que la obra del artista ha de ser consecuencia de su vida interior al mismo tiempo que un medio de actualizar existencialmente lo que ha podido intuír o conocer mentalmente, (y esto, por supuesto, queda muy al margen de las modas y de las exigencias del mercado) aunque la verdad es que la vida interior y la exterior deberían ser una sóla cosa. Comento esto porque, a mi modo de entender, la práctica del arte ha de estar superditada a ello.
Quizás recuerdas cuando teníamos quince o dieciséis años. Al igual que tú, yo era muy inquieto intelectualmente y ahora, con la pespectiva que da el tiempo, veo que tenía una necesidad de causalidad que me llevó a leer todo lo que entonces era obligado leer, ya sabes*. Pero ciertamente nada de aquello me satisfizo; ni el mundo del arte contemporáneo, tan superficial, ni los grupos de ideología comunista o anarquista en los que, aun compartiendo su interés social y frecuentemente admirando en ellos ciertas virtudes naturales, no podía dejar de ver una mentalidad muy horizontal. Recordarás, quizás, que algo compartí con aquellos movimientos contraculturales, los hippies y todo aquello, pero su afectada ingenuidad estaba, las más de las veces, tremendamente egocentrada y cargada de la busqueda de experiencias sensuales. Las corrientes filosóficas de aquel momento, como el desconstruccionismo, se me antojaban "filosofías de salón”, a nada comprometían, eran simples juegos mentales más o menos brillantes.
En fin, me desengañe. Entonces vino lo que en mi curriculum suelo poner: “En 1975, tras una larga estancia en oriente, descubrió los escritos de Frithjof Schuon, Seyyed Hossein Nasr y Ananda K. Coomaraswamy cuya perspectiva filosófica influyó de manera definitiva en su concepto de la práctica creativa.” Pues eso, ellos me llevaron a interesarme por los grandes interpretes de la sabiduría tradicional, tales como Eckhardt, Plotino, Shankara o ‘Ibn Arabi, y vi que todos ellos hablaban de lo mismo con lenguajes adecuados a su medio humano. En fin, todo fue paulatino, no hubo ningún tipo de crisis, y todo sigue llevando su curso.
y un abrazo,
Vicente Pascual
*NOTA DEL ENTREVISTADOR: En aquellos años a los que Vicente alude (1970-73), mi incipiente formación marxista y mi recién estrenada militancia en el Partido Comunista de España (en una célula de intelectuales y artistas) hacía que nuestras conversaciones se centraran en autores y problemas relativos a la estética desde el punto de vista marxista y a la vivencia del pintor desde la óptica del compromiso social y político. Vicente era entonces "una esponja": me pedía prestados libros de Marx, de Brecht, de Lukács, de Volpi, de Gramsci...en fin, de los teóricos marxistas que habían abordado las cuestiones de la Estética. Los leía con celeridad y los discutíamos durante horas en el viejo caserón de su familia a orillas del Ebro, un refugio maravilloso en el que, sobre todo un verano, todo parecía centrado en el arte y en el destino de la humanidad (por supuesto, inmersa en la lucha de clases...como hoy mismo). Mi impresión era que a Vicente había que dejarlo "volar a su aire" para que hiciera arte en libertad interior: su postura antifranquista y su preocupación social estaban claras, pero sus búsquedas aún tenían (como afortunadamente se demostró más tarde) mucho cielo en el que volar. Nunca me planteé hacer de él ni un marxista ni un militante comunista. Le respetaba demasiado como para presionarle en esa dirección. Lo que sí me importaba (y creo que algo quedó y queda de aquello en el interior de Vicente en un estrato profundo de su personalidad) era proporcionarle los mejores textos de inspiración marxista que pudieran ayudarle a forjar una identidad propia en total libertad intelectual y creativa. Tengo la certeza que de nuestro respeto mutuo de entonces ("teníamos quince y dieciseis años", recuerda Vicente), de la sinceridad con que nos comunicábamos y de la libertad con la que nos dejábamos uno a otro seguir nuestros caminos quedó este vínculo afectivo e intelectual que hoy, cuarenta años después de aquellos días inaugurales, nos sigue uniendo.
Bueno, para una nota ya es suficiente o demasiado.
La siguiente pregunta o motivación a tu escritura, querido Vicente, se me ocurre que puede tener que ver más con as´pectos de tu labor concreta que con tus ideas de fondo: los "temas" que abordas (geometría...), las técnicas pictóricas (las capas y repintes: ¿se puede decir así?), tu gusto por cierto tipo de materiales (papeles muy "naturales"). Creo que a quienes miramos tus obras nos vendría muy bien que nos contaras algunas intimidades al respecto. Así podremos volver más adelante a los asuntos transcendentales con más conocimiento de la práctica concreta tuya como pintor. Porque tú lo que eres "oficialmente" es un pintor. Y se te podrá aplicar aquello de que "por sus obras los conoceréis"; o que de esa tarea pictórica es de la que se te habrán de pedir cuentas...
Con mi cariño de siempre, te beso siempre en el camino.
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