THOMAS MANN Y (EL PELIGRO DE) LA MÚSICA
THOMAS MANN Y LA MÚSICA
Hoy, muy breve:
Si la historia de la música hubiese acabado en la Novena de Beethoven, Thomas Mann se hubiese ido a la tumba con la impresión de haber comprendido el secreto de la composición musical y de haber avisado al mundo de los peligros que se cernían sobre la civilización si lo demoníaco (es decir, lo que él no comprendía) se apoderaba del alma de los compositores. Lo cual, seguramente, le hubiera ayudado mucho a descansar eternamente.
Pero el caso es que l@s compositor@s han seguido componiendo a buen ritmo, más y más alejados de las pautas beethovenianas (como es su obligación, ya que sólo ha habido un Beethoven y él mismo adoptó varias pautas compositivas), sin que sus obras parezcan haber atentado contra la civilización, que sigue – como siempre - en peligro. De modo que las previsiones de Thomas Mann (paradógicamente optimistas) no se cumplieron, para deleite del resto de los mortales , que somos más.
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