LIBROS DEL VERANO
LIBROS DEL VERANO
Publicado en Heraldo de Aragón, "Artes & Letras" del jueves 28 de junio de 2007
Preparar las lecturas del verano es una tarea excitante. Personalmente, le doy tanta importancia como a la elección de los regalos de Navidad. El verano en el campo, con sus largas horas de flexibles contornos, se presenta como un amplio puesto de lectura en medio del año: un deseable atril a la sombra de un chopo, en el que caben las nostálgicas vueltas a escrituras conocidas y el aventurero adentrarse por sendas novedosas. La preparación de las lecturas del verano lleva tiempo: se han ido haciendo y rehaciendo listas, se han ido comprando a lo largo del año, se han ido apartado los libros candidatos, se ha cambiado de opinión dos o tres veces y, por fin, se ha resuelto el número exacto de los que viajarán con nosotros hacia esa deseada sombra de verano. Este año mis relecturas escogidas son los poemas de François Villon, (Orbis, 1982), “Gargantúa y Pantagruel” de François Rabelais (Planeta (1974), “El proceso”, “La condena” y “La metamorfosis” de Franz Kafka (Planeta, 1992) y “Eugenio Oneguin” de Alexander S. Pushkin (Cátedra, 2000). Y éstas mis novedades: “Las gomas” de Alain Robbe-Grillet (Anagrama, 2001), “Petersburgo” de Andrei Biely (Alfaguara, 2002), “Tristram Shandy” de Laurence Sterne (Alfaguara, 2006) y “La muñeca de Pekín” de la jovencísima pekinesa Chun Sue (El Aleph, 2003). También llevaré “Comprender el juego de peones en ajedrez” de Drazen Marovic (La casa del Ajedrez, 2006) y “The art of Shogi” de Tony Hosking (The Shogi Foundation, 2003). El shogi es una especie de ajedrez japonés muy interesante que, con el xianqi chino, me gusta practicar sobre todo por la belleza intrínseca de su lógica implacable. Aún tengo que decidir si añado el “Curso de dibujo geométrico y de croquización” de F. Javier Rodríguez de Abajo y V. Álvarez Bengoa (Marfil, 1985) con el que me entretengo desde hace muchos veranos.
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ANTONIO LOPEZ -