OSETIA, RUSIA, EEUU Y LAS CANALLADAS DE LA POLÍTICA INTERNACIONAL. ¡SEGUIREMOS COMO MEROS ESPECTADORES DE FUTURAS DEBACLES?

OSETIA, RUSIA, EEUU… Y LAS CANALLADAS DE LA POLÍTICA INTERNACIONAL. ¡SEGUIREMOS COMO MEROS ESPECTADORES DE FUTURAS DEBACLES?

 

Mientras las cancillerías de medio mundo se dedican a empolvar la nariz de la Gran Canalla, Madame Política Internacional ha comenzado a cubrir su melena con las cenizas de sus propias inmediatas víctimas. Parece que entramos definitivamente,  de una coz, en el Siglo XXI.

 

¿Pero qué hacen los gobiernos, casi todos los gobiernos, ahora? Dar grititos y bracear ante los espejos, reescribir sus propios documentos e intoxicarse con su propio aliento de mala digestión histórica. Moscú lanza misiles, Washington envía navíos, Sarkozy baila claqué sobre los féretros apilados en la última guerra de Serbia…

 

Los medios de comunicación, por su parte, insisten en contarnos la película de acuerdo a la última versión corregida y aumentada de la crisis de las relacciones Oriente-Occidente (mientras procuran urgentemente meter la crisis Norte – Sur debajo de las alfombras).

 

¿A dónde quieren llevarnos los jefes? ¿Qué planes tienen para tod@s nosotr@s? ¿Hay que asustarse?

 

Más que asustarse, la opinión pública mundial debería reaccionar a tiempo y mostrar su rechazo al uso de la fuerza y de las amenazas entre los gobiernos. El movimiento pacifista debería coordinar realmente un plan de pacificación internacional, los distintos movimientos emancipatorios deberían desalinearse definitivamente de las redes de las grandes potencias y actuar como verdaderos referentes de los anhelos de paz y libertad universalmente difundidos. Conviene parase a pensar si lo que debemos hacer ahora es “ponernos de parte” de tal o cual potencia o desligarnos absolutamente de cualquiera de ellas. ¿Qué tenemos que ganar l@s ciudadan@s del mundo en cualquiera de estos enfrentamientos entre gobiernos que esgrimen la amenaza y exhiben la fuerza?

 

 

¿Es posible una política internacional radicalmente independiente de la Gran Canalla? Lo urgente es desbloquear cuanto antes la política internacional de unos gobiernos que tensan contínuamente las relaciones entre l@s ciudadan@s de todos los países del mundo, insistentemente llamados a convertirse en carne de cañón de sus actividades.

 

Pero hay que actuar.

 

¿O seguiremos como meros espectador@s de futuras debacles?